Yucatecos no se confían de Beryl

Aunque los históricos huracanes catastróficos que han golpeado a la Península llegaron en un mes de septiembre, el cambio climático demuestra que la naturaleza es caprichosa

El huracán “Beryl” adquirió la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson y de acuerdo a los expertos es “extremadamente peligroso”. Aunque por el momento no representa riesgo inmediato para la Península de Yucatán, no pocos habitantes se confían y ya han comenzado a tomar medidas para hacer frente al fenómeno hidrometeorológico que podría afectar a la región cerca del fin de semana.

Así, desde la mañana de ayer domingo los supermercados comenzaron a recibir más clientes de lo habitual, a fin de allegarse de diversos artículos: papel higiénico, laterías, pilas, agua purificada, velas y veladoras, entre otros, ante la posible llegada del ciclón. 

Especialistas califican de inusual que un fenómeno como “Beryl” haya alcanzado para estas fechas la categoría 4, con vientos de 215 kilómetros por hora.

Pese a que la mañana de ayer se tenía previsto que “Beryl se convirtiera en categoría cuatro en las primeras horas de hoy, el huracán avanzó rápido con vientos sostenidos de hasta 215 kilómetros por hora, y se ubica cerca de Barbados en el Caribe avanzando hacia el oeste a una velocidad de 33 kilómetros por hora.

De acuerdo al reporte de las 22 horas de ayer,  el centro “Beryl” se localizaba a 240 km al sureste de Barbados y a 3,240 km al este-sureste de Cancún, Quintana Roo. Presenta vientos máximos sostenidos de 215 km/h, rachas de 260 km/h y desplazamiento hacia el oeste a 31 km/h.

Además, se formó en la Sonda de Campeche la tormenta tropical “Chris” a partir de la depresión tropical Tres. Su amplia circulación seguirá ocasionando fuertes lluvias en la Península de Yucatán, que podrían originar incremento en los niveles de ríos y arroyos, deslaves, encharcamientos e inundaciones en las zonas bajas de Campeche y Quintana Roo.

Con el cambio climático que propicia que aumenten los huracanes, por los calentamientos de los océanos, los yucatecos no se pueden confiar que los catastróficos únicamente llegan en septiembre como lo hicieron “Gilberto” e “Isidoro”.

“Gilberto” llegó en 1988 y 14 años después, en ese mismo mes pero de 2002 lo hizo “Isidoro”. 

Si bien en septiembre han llegado los más devastadores, las tormentas gemelas “Cristóbal” y “Amanda” demostraron que los que causan más daño no tienen que venir en septiembre y mucho menos con categoría de huracán. El par de tormentas propiciaron lluvias imparables por una semana, que dañaron el 85% de las cosechas.

Solo para recordar: las inundaciones que provocaron obligaron a cerrar la zona turística de las Grutas de Loltún y para que se desagüe tardó casi un año, ya que tuvo que realizarse de manera natural.

De acuerdo con la proyección de la Conagua, se espera que “Beryl” se desplace por todo el Mar Caribe durante la primera semana de julio, en la que perderá fuerza conforme avance, con la posibilidad de que llegue a la Península de Yucatán, específicamente en Quintana Roo, hacia el viernes cinco de julio, como huracán categoría dos.

RECOMENDACIONES

¿Qué debe de hacer ante la presencia de un huracán?

Planee una ruta de evacuación.

Póngase en contacto con la oficina de manejo de emergencias y pregunte por el plan de preparación para huracanes de la comunidad. Este plan debe incluir información acerca de las rutas de evacuación más seguras y los refugios cercanos.

Familiarícese con las rutas seguras tierra adentro.

Tenga a la mano suministros para casos de desastre.

Linterna y pilas adicionales.

Radio portátil, operado con pilas, y pilas adicionales.

Botiquín y manual de primeros auxilios.

Alimentos y agua de emergencia.

Abridor de latas no eléctrico.

Medicamentos esenciales.

Dinero en efectivo y tarjeta de crédito.

Zapatos resistentes.

Haga los arreglos para las mascotas.

Es posible que no se admitan mascotas en los refugios de emergencia por razones sanitarias y de espacio.

Póngase en contacto con la sociedad humanitaria de su localidad para que le proporcionen información de refugios para animales en la zona.

Asegúrese de que todos los miembros de la familia sepan como reaccionar después de un huracán

Enseñe a los miembros de la familia cómo y cuándo desconectar el gas, la electricidad y el suministro de agua.

Enseñe a los niños cómo y cuándo llamar a la policía o departamento de bomberos y qué estación de radio sintonizar para escuchar información de emergencia.

Proteja sus ventanas

Las contraventanas permanentes son la mejor protección. Un método más barato consiste en colocar paneles de madera contrachapada. Use tablones de madera de 1/2 pulgada – la madera contrachapada marina es la mejor – corte a la medida de cada ventana. No olvide marcar qué tablón es para qué ventana.

Perfore agujeros cada 18 pulgadas para los tornillos. Haga esto mucho antes de que llegue la tormenta.

Pode o corte las ramas muertas o débiles de los árboles

Elabore un plan de 

comunicación de emergencia

En caso de que los miembros de la familia se separen unos de otros durante un desastre (una posibilidad real durante el día cuando los adultos se encuentran en el trabajo y los niños en la escuela), tenga un plan para volver a reunirse.

Pida a un pariente o amigo que viva fuera del estado que actúe como el “contacto de la familia”. Después de un desastre, a menudo es más fácil hacer llamadas de larga distancia. Asegúrese de que todos en la familia sepan el nombre, dirección y teléfono de la persona de contacto.

Emisión de Información 

durante monitoreo de huracán

 Durante una vigilancia de Huracán (una Vigilancia de Huracán se emite cuando existe una amenaza de que se presente un huracán dentro de 24 a 36 horas.)

Escuche los informes del avance del huracán en un radio o televisor operado con pilas.

Verifique los suministros de emergencia.

Póngale combustible al auto.

Meta todos los objetos que están en exteriores, como muebles de jardín, juguetes y herramientas de jardinería y sujete todos los objetos que no pueda llevar al interior.

Asegure los edificios cerrando y colocando tablones sobre las ventanas. Quite las antenas exteriores.

Ponga el refrigerador y el congelador en la temperatura más fría. Ábralos sólo cuando sea absolutamente necesario y ciérrelos rápidamente.

Guarde los objetos valiosos y los documentos personales en un recipiente impermeable en el nivel más alto de su casa.

Revise el plan de evacuación

Para las personas en la costa, amarre las embarcaciones de manera firme o llévelas a un lugar seguro designado. Use cuerdas o cadenas para asegurar los botes al remolque. Use ataduras para fijar el remolque al suelo.

Durante la advertencia de huracán

Una advertencia se emite cuando se esperan condiciones de huracán (vientos de 74 millas por hora o superiores, o agua y oleaje agitados peligrosamente altos) en 24 horas o menos.

Escuche constantemente un radio o televisor operado con pilas para enterarse de las instrucciones oficiales.

Si se encuentra en una casa móvil, verifique las sujeciones y evacue de inmediato.

Evite el uso de ascensores.

Si se encuentra en casa:

Permanezca dentro, lejos de las ventanas, tragaluces y puertas de vidrio.

Mantenga a la mano un suministro de linternas y pilas adicionales. Evite las llamas abiertas, como las velas y las lámparas de queroseno, como fuente de luz.

Si se interrumpe el suministro de energía eléctrica, apague los principales aparatos electrodomésticos para reducir las variaciones de voltaje cuando la electricidad se restablezca.

Si las autoridades indican que la evacuación es necesaria:

Salga tan pronto como sea posible. Evite los caminos inundados y tenga cuidado con los puentes arrasados.

Asegure su casa desconectando los aparatos eléctricos y cierre la electricidad y la válvula principal del agua.

Dígale a alguien que no se encuentre en el área de la tormenta y a dónde piensa ir.

Si el tiempo lo permite y usted vive en una zona de crecientes identificada, eleve los muebles para protegerlos contra las inundaciones, o mejor aún, trasládelos a un piso o lugar más alto.

Lleve los suministros de emergencia preparados con anticipación, ropa protectora y abrigadora, mantas y bolsas para dormir a un refugio.

Cierre con llave la casa y salga.

Después del huracán:

Sintonice las estaciones de radio locales para escuchar información.

Ayude a las personas lesionadas o atrapadas.

Administre primeros auxilios cuando corresponda si ha sido capacitado para ello.

No mueva a las personas lesionadas de gravedad a menos que se encuentren en peligro inmediato de sufrir más lesiones. Solicite ayuda.

Regrese a casa sólo después de que las autoridades le avisen que no hay peligro.

Evite los cables de energía eléctrica sueltos o colgantes y repórtelos de inmediato a la compañía de luz, policía o departamento de bomberos.

Entre en su casa con precaución. Tenga cuidado de las serpientes, insectos y animales arrastrados a terrenos altos por el agua de las crecidas.

Abra las ventanas y puertas para ventilar y secar su casa.

Revise los alimentos refrigerados para ver si aún se encuentran en buenas condiciones o no.

Tome fotografías de los daños, tanto de la casa como de sus contenidos, para las reclamaciones del seguro (en caso de contar con seguro).

Conduzca sólo si es absolutamente necesario y evite los caminos inundados y los puentes arrasados.

Use el teléfono sólo para llamadas de emergencia.

Inspección de los servicios en una casa dañada

Verifique si no hay fugas de gas, si huele a gas abra una ventana, cierre la válvula y salga con prontitud del lugar.

Busque daños en el sistema eléctrico. Si ve chispas o alambres rotos o pelados, o si huele a aislamiento caliente, desconecte la electricidad en la caja de fusibles o interruptor de circuitos principal. Si tiene que pisar agua para llegar a la caja de fusibles o interruptor de circuitos, llame a un electricista para que le diga cómo hacerlo.

Verifique que no haya daños en las tuberías de agua y drenaje. Si sospecha que las tuberías del drenaje pueden estar dañadas, evite usar los inodoros y llame a un plomero. Si las tuberías de agua están dañadas, comuníquese con la compañía que le suministra el agua.

Texto: Darwin Ail

Fotos: Darwin Ail/Agencias