Beneficios de bailar durante la etapa de embarazo

El baile es una actividad muy motivadora y divertida que muchas mujeres practican como ejercicio físico de primera elección. Pero, ¿qué sucede si nos quedamos embarazadas? Pues que sigue siendo una excelente opción para mantenernos en forma, tonificar los músculos, y trabajar la flexibilidad.

De hecho, según Lourdes Rodríguez, matrona del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, en Madrid, “el baile es muy recomendable durante el embarazo, ya que cualquier tipo de danza suele combinar flexibilidad, equilibrio y fuerza, tres características que son muy positivas durante la gestación”.

Bailar ayuda además “a vencer la pereza que a las embarazadas les produce realizar actividad física cuando se ven pesadas y con dificultad en los movimientos; les da alegría, vitalidad y sensación de bienestar, y genera una importante conexión entre mente y cuerpo, fundamental para el parto”, añade Inés Curro, fundadora de un grupo de baile compuesto por gestantes y madres (que bailan con sus bebés mediante el porteo), surgido a raíz de introducir esta actividad en las clases de educación maternal. Por tanto, a los beneficios físicos que proporciona el baile también se le suman los emocionales.

Evidentemente, antes de ponernos a girar y taconear hay que adoptar ciertas precauciones, y consultar siempre previamente con nuestro ginecólogo, ya que en algunas situaciones no es conveniente practicarlo. Por ello, aunque puedes bailar por tu cuenta, sin una coreografía, y realizando los movimientos que quieras, lo más recomendable es practicar el ejercicio de forma supervisada y adaptada a tus condiciones y embarazo, reduciendo las partes más enérgicas, y realizando las modificaciones necesarias para los saltos y los giros.

En definitiva, bailando podemos divertirnos mientras hacemos ejercicio y, si lo practicamos bien, será estupendo, tanto para nosotras como para nuestros futuros bebés.

Qué tipo de baile

practicar

Bailar engloba muchos tipos y ritmos diferentes: en general, todos son ejercicios aeróbicos, pero no es lo mismo la danza clásica o la danza del vientre, que el hip-hop o la salsa, por ejemplo.

En el caso de la embarazada, indica que “no hay ningún tipo de danza que esté contraindicada durante el embarazo, siempre y cuando adaptemos el tipo de actividad a las semanas de gestación, con sentido común, y conociendo nuestras limitaciones”. Para muestra no hay más que ver la preferencia personal de esta profesional: el ballet clásico.

Eso sí, esta experta también apunta que “el tipo de baile y la cantidad de sesiones dependerán del estado físico de la gestante, y de la condición física de la que parta previamente”. En general, dos sesiones a la semana sería una periodicidad adecuada.

Por su parte, Inés Curro apuesta por la bachata y la kizomba (música angoleña): “son los ritmos que uso porque me permiten realizar un trabajo completo físico y psicoemocional”.

También se puede optar por practicar la biodanza, que se está poniendo bastante de moda, y en la que la música, el movimiento y el encuentro en grupo, son los protagonistas. Es un tipo de actividad que no tiene una coreografía ni pasos de baile predeterminados, y se centra en la afectividad.

La describe como “una terapia que a través de la danza, la música, el canto y el movimiento en actividad grupal, induce y facilita el trabajo de aspectos psicoemocionales, reportando bienestar en su vida, y modificaciones del patrón de conducta que generan armonía”. Digamos que, aunque también trabaja el plano físico, va dirigida más a lo emocional.

El baile, compartir música y danza, es una actividad realmente buena para nuestro embarazo, y también ayuda a prepararnos para el parto y tener una recuperación posparto mejor.

Y no solo para nosotras, además, que bailemos estando embarazadas también beneficia al futuro bebé, porque le aporta una mejor oxigenación.

Eso sí, recuerda que debes hacerlo siempre bajo la guía y tutela de profesionales, y con la adaptación necesaria de cada baile a nuestro estado, mes a mes, vamos a ver los principales beneficios que tiene bailar durante la gestación:

En general tonifica los músculos de todo el cuerpo y los vuelve más resistentes.

Las piernas se refuerzan, lo que ayuda a sostener el tronco, y la zona abdominal se fortalece, lo que permite aguantar mejor el peso del bebé.

Mejora la postura y reduce el dolor de espalda.

Ayuda a luchar contra el insomnio y a tener un sueño de mayor calidad.

Nos mantiene en forma, impidiendo acumular grasa corporal.

Como indica Lourdes Rodríguez, “la práctica regular de danza o baile nos va a ayudar a controlar el peso, algo básico para el buen curso del embarazo y la prevención de diferentes patologías como pueden ser la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”.

Además, esto también repercute en una mejor recuperación posparto.

Es ideal para alejar el estrés.Trabaja la zona pélvica, que luego se verá muy implicada en el parto, tonificándola y aportándola flexibilidad.

Mejora nuestro estado de ánimo y nuestra autoestima.

Ayuda a ejercitar la coordinación y el equilibrio, lo cual es especialmente interesante durante el embarazo, porque hay un cambio en el centro de gravedad.

Estimula la memoria y la concentración al tener que adquirir pasos de baile básicos que se unen en una actividad coreográfica.

Proporciona energía y vitalidad. Nos pone en contacto con otras embarazadas, con las que poder compartir experiencias y sentimientos, y favorece la socialización.– Agencias

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