AHORA SÍ parece muy apropiada la palabra berenjenal para describir el escenario que se ha creado “gracias” a los enfrentamientos entre los diputados y senadores, y que se puede resumir así: no tenemos titular de la PGR porque Raúl Cervantes Andrade renunció según dijo para no servir de pretexto de los desacuerdos entre esos legisladores; el funcionario que lo sustituyó, Alberto Elías Beltrán, quien fungía como subprocurador, resulta que no cumple el requisito de 10 años de ejercicio profesional como abogado que se exige para que ocupe ese cargo aunque sea de forma interina; este encargado del despacho fue quien ordenó, todos dicen que bajo presiones, la destitución del fiscal encargado de delitos electorales, Santiago Nieto Castillo, presuntamente por meterse con una vaca sagrada del sistema político-económico, como lo es Emilio Lozoya Austin, hijo del renombrado político Emilio Lozoya Thalmann; y adicionalmente a todo este zipizape, los meses pasan y el país y los mexicanos aún no tienen al fiscal que debe encabezar el Sistema Nacional anticorrupción, que a este paso terminará de concretarse para las elecciones… de 2068.
VALE LA PENA detenerse un poco en el asunto de Lozoya, a quien desde hace unas semanas se acusa de presuntamente haber recibido sobornos de la compañía brasileña Odebrecht, contra la cual el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación desde diciembre de 2016, porque presuntamente pagó sobornos a funcionarios de 2 países, México incluido. Lozoya Austin, como director de Pemex, disfrutaba de prebendas como la de tener un avión a su servicio (con cargo a nuestros impuestos) y habría recibido sobornos que en parte habrían servido para financiar la campaña del presidente Peña. Todo un caso, en el cual osó tratar de poner orden el tal fiscal electoral Nieto Castillo, y el mundo se le vino encima, generando un alud de consecuencias, desde las económicas (alzas del riesgo país, encarecimiento del dólar…) hasta las políticas, pues se ha formado un preocupante panorama en el arranque del actual proceso electoral. ¿Cómo ve usted todo esto?
Por Gínder Peraza.
