¡Terminó la espera!

han pasado cuatro largos años desde el doloroso e inolvidable #NoEraPenal, del sufrimiento del pueblo brasileño ante la escandalosa eliminación de su equipo y del gol de Mario Götze en tiempo extra para darle a Alemania su cuarta Copa Mundial.

Ahora estamos por iniciar la aventura de Rusia 2018. Estamos por vivir un mes que será, sin duda, un coctel de emociones, polémicas, ilusiones, obsesiones, virtudes, decepciones, triunfos, tragedias, esperanzas, etcétera. Un mes en el que seremos directores técnicos, árbitros y analistas deportivos. Seremos expertos en fútbol.

Personas de cinco continentes, de todas las edades, sin distinción de raza, religión, género o condición económica, viviendo un verdadero fenómeno social, llamado fútbol. ¡Y todo por un balón! Veintidós jugadores buscando introducir la pelota en la portería contraria y evitando que entre en la propia. Como dice Jorge Valdano, “estamos ante un juego simple, cuyo reglamento está al alcance intelectual de un niño de cinco años”. Así de sencillo es el fútbol. Por lo tanto, hablar de fútbol es hablar de un juego exageradamente humano. Es hablar del ser humano, unos que compiten en la cancha y otros que, en el mismo estadio o a través de una pantalla, vemos el fútbol.

Querido lector: te invito a que vivas esta Copa Mundial, a que celebres y vibres con cada uno de los goles de tu equipo, a que te maravilles con los grandes ejemplos de superación de los que seremos testigos y a que te dejes cautivar por la majestuosa cultura rusa. Sin embargo, mi invitación más importante es a que el Mundial de Rusia 2018 trascienda más allá del 14 de junio al 15 de julio, es a que, con estas vivencias, logres tú: ¡ser un mejor ser humano!

Por Rodrigo Franco

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *