Conoce los beneficios de la radiación ultravioleta

El vitíligo y la psoriasis son dos enfermedades dermatológicas autoinmunes e incurables. La primera se caracteriza por la despigmentación de la piel debida a una disfunción en la producción de melanina, pigmento oscuro que se encuentra en algunas células del cuerpo de los mamíferos y que le da su coloración a la piel, al pelo y a los ojos. En México, de 1% a 3% de la población padece vitíligo; ciertos disparadores como el estrés o los traumatismos pueden incrementar su severidad.

En cuanto a la psoriasis, se caracteriza por la descamación de la piel; suele aparecer en los hombros, las rodillas, el cuero cabelludo, la espalda, la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies; el estrés puede agravarla, al igual que otros factores, pero realmente no se conoce su etiología.

Desde hace tiempo se recurre a la fototerapia (aplicación de radiación ultravioleta —UV— artificial en la piel) para tratar estas enfermedades. Los resultados dependen del fototipo (color) de piel y de si el paciente tiene otros problemas de sensibilidad, lo cual representa un riesgo extra. En tal caso, hay que disminuir el tiempo de exposición a la radiación ultravioleta artificial o aplicar protector solar en el área que no está enferma.

En pacientes con vitíligo se han observado resultados positivos porque la radiación ultravioleta estimula la producción de melanina y, de este modo, se vuelve a pigmentar la piel. Y en los pacientes con psoriasis se ha visto que la radiación ultravioleta disminuye la descamación, así como la inflamación de la piel.

Basada en un modelo atmosférico desarrollado por el doctor Sasha Madronich, de la NASA, y en datos de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) del gobierno de la Ciudad de México, Adriana Ipiña, física posdoctorante en el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, calculó los tiempos de exposición al Sol necesarios para acumular la misma energía que se aplica con una lámpara ultravioleta.

“Esto fue una derivación y una aplicación a distancia de mi tesis de doctorado ‘Efectos biológicos de la radiación solar UV’, que realicé en Argentina bajo la dirección del doctor Rubén Piacentini y que incluyó el análisis de la intensidad de esa radiación en América Latina”, dice la física.

Así, con fondos del Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua de la Ciudad de México y con instrumentación traída del Instituto de Física Rosario, en Argentina, por ella misma, Ipiña pudo hacer mediciones de radiación ultravioleta en el lugar de la exposición.

Texto y foto: Agencias

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