SEGUNDA PLANA // LA COLUMNA

Ayer anunció el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Roberto Campa Cifrián, que antes de que concluya la actual administración federal se incrementaría en 10 pesos el salario mínimo de los mexicanos. Sin embargo, a pesar de que se trata de una buena noticia, aún nos queda una sensación de insatisfacción. La razón es simple, y es que a pesar de que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha logrado incrementar esta medida en un 40% durante los últimos 6 años (eso considerando que se cumpla este anuncio), en realidad todavía no es suficiente para que los mexicanos puedan adquirir la canasta básica, cubrir las necesidades educativas, de salud y esparcimiento que requiere una familia. Durante años, los gobiernos engañaron a los mexicanos con incrementos miserables de apenas unos centavos, por lo que de darse ese aumento sustancial (las cosas como son) aún nos seguirá pareciendo poco. No hay que olvidar que este tema fue uno de los principales motivos por los que la ciudadanía castigó a sus autoridades en las urnas el pasado primero de julio y también será uno de sus primeras exigencias al siguiente presidente. Y eso que no hemos hablado del salario mínimo profesional, que ese todavía está en veremos.

Y ya que estamos con el tema de nuestras autoridades actuales y las próximas, nos gustaría destacar que Andrés Manuel López Obrador se está robando la noticia principal con cada comentario y proyecto que anuncia. Hay que reconocer la increíble capacidad que tiene el Presidente Electo para marcar la agenda del día, al grado tal de borrar a cualquier competencia, como es en este caso Enrique Peña Nieto. Todos estamos más pendientes de cómo y cuándo se mudará la Semarnat, que en los permisos y acciones que está realizando actualmente, lo que nos dice mucho de lo que han sido estas primeras semanas de la “virtual administración” de AMLO. ¡Apenas llevamos 25 días y ya anunció más planes y acciones que la administración anterior! Pero sin ser todavía presidente. A lo mejor debería mesurarse un poco, no vaya ser que la sociedad de verdad crea que ya está en el poder y se acabe la luna de miel antes siquiera de que le coloquen la banda presidencial.

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