Adiós a los chantajes

Desde hace varios días leemos en los medios de comunicación la presión de los camioneros por lograr un aumento en el costo del pasaje, una petición que se sustenta en el incremento del precio de la gasolina, pero realmente no existe otra manera de subsidiar este aumento sin afectar el bolsillo del pasajero o no hay alguien más que ofrezca este servicio.

En verdad, ¿por qué seguir afectando al pasajero? Antes de exigir un aumento se debe analizar si realmente se ofrece un servicio de calidad, camiones en buen estado, rutas cortas y un buen trato del operador.

Para ir al trabajo, a la escuela o alguna actividad en donde se tenga programada una hora especifica de llegada, se tiene que salir con mucho tiempo de anticipación para obtener un lugar, ese tan anhelado lugar que puede ser eterno.

Aún existen rutas donde se puede apreciar el exceso de pasaje, gente de pie, hombres y mujeres que tienen que pasar más de 40 minutos de pie para llegar a su destino, entre empujones, manoseos u otros roces, una verdadera odisea.

Con la petición de aumento de tarifa, también hay quienes han visto una oportunidad para ser la competencia de los “viejos” camioneros; otras agrupaciones quieren ser una competencia responsable, respetando las tarifas establecidas y ofreciendo unidades totalmente nuevas.

Y tal como sucedió con el ingreso de nuevas plataformas tecnológicas como Uber o Cabify en el transporte de menor pasaje, ahora habrá más opciones en el transporte público, se acabaron las imposiciones y la presiones, los usuarios ahora tendrán opciones para poder transportarse, y eso es muy benéfico para el bolsillo del pasajero.

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