El Central Park meridano se encuentra detenido

Durante un recorrido realizado por el lugar se puede apreciar que el terreno de La Plancha luce abandonado, con mucho material ferroviario y maleza que alcanza el medio metro de altura, producto de la temporada de lluvias

A tres meses de lo proyectado, la arborización del terreno de La Plancha está detenida, producto de la lenta operación para desalojar el material férreo que ahí se encuentra. El espacio luce abandonado. Lejos está de convertirse en aquel llamado “Central Park” del que se hablaba hace varias semanas atrás.

Fue en junio pasado cuando el propio presidente de la Asociación “Gran Parque La Plancha”, Félix Rubio Villanueva, confesó que existe un atraso en el desalojo del material férreo ubicado en el exparque de maniobras, lo que atrasó lo programado para este espacio.

Y es que mientras no se mueva por lo menos el 80 % del material, no se puede empezar con la siguiente etapa contemplada; la colocación de las pocetas de los árboles grandes y senderos.

En su momento, expresó: “de que está atrasado, está atrasado; de que no ha empezado, no ha empezado; de que están trabajando, lo están haciendo lentamente y continúan a pesar de las limitantes”.

La justificación del atraso en su momento fue que la grúa utilizado para desalojar solo puede dar dos viajes diarios ya que los rieles son muy largos, de casi 20 metros; sin embargo, se mantiene igual y con más vagones.

Durante un recorrido realizado por Punto Medio se pudo apreciar que el lugar está siedo devorado por la hierba que alcanza el medio metro de altura producto de la temporada de lluvias, lo que podría desencadenar en el brote del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
También, se pudo observar que las rieles siguen ocupando el mismo lugar sin moverse un centímetro. Según datos de Rubio Villanueva, hay entre dos mil y tres mil en el terreno.

El atraso no solo evitará que el gobernador Rolando Zapata Bello inaugure la primera etapa de este importante proyecto, también se pausará la visión que los vecinos lucharon por muchos años.

Texto: Jesús Gómez
Foto: Juliana Sepúlveda

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