Bendita lucha libre, nunca te acabes (Parte 1)

Quien no ha escuchado hablar de El Santo o Blue Demon de seguro no ha de ser mexicano. Ese arte que se pinta en un lienzo de 6 x 6 metros, comenzó a gestarse a finales del siglo XIX como un espectáculo de circo y tomó forma a principios del siglo pasado, cuando un ex pagador de Álvaro Obregón decidió poner un negocio que le pareciera rentable. Salvador Lutteroth tomaría la idea de crear una empresa de lucha libre luego de presenciar el espectáculo en Texas.

De aquel momento ha pasado mucho tiempo, pero en aquel lienzo han ido apareciendo diversas figuras que han contado historias en el cuadrilátero: Mil máscaras, El Santo, Blue Demon, Máscara Sagrada, el reciente fallecido Villano III, Atlantis y muchísimos más a los que el espacio en esta columna no alcanzaría a nombrar.

Vaya usted a saber si fue a propósito o no, pero fue en un mes de septiembre de 1933, justo en pleno mes patrio, cuando la lucha libre empezó a colarse por nuestras venas de mexicanos, tomó la máscara y se la puso para después engalanarse con un traje de charro…
Había llegado para quedarse.

Bastaron 10 años para que el deporte-espectáculo empezara a despuntar y se convirtiera en el predilecto de las clases bajas, esas que no se podían permitir pagar un boleto para ir al teatro o al cine.

Sin embargo, el cine también se sumó a la fiebre de la lucha libre y comenzó a contarnos historias con personajes ficticios que luego se convirtieron de carne y hueso (Huracán Ramírez), para después tomar al ídolo de las arenas y convertirlo en el ídolo nacional.

El Santo y su lucha contra las fuerzas del mal permitió que el arte del catch llegara a otro tipo de gente: la que no era de barrio, la que podía ir al cine. A fin de cuentas, podías ver al enmascarado de plata por todos lados: fotonovelas, cómics, libros, fotografías, películas.

Aquella fue la época dorada de la lucha libre.

Una historia que seguiré contando la próxima semana y en la que espero me acompañen.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *