LA EUFORIA POR El Sol también la siente Camila Cabello. Se puede percibir por la manera en que, junto a sus padres, canta La Bikina desde Las Vegas, donde Luis Miguel celebró las fiestas patrias.
Una vez más la cubana confirma que podrá cantar en inglés, ser parte de la escena anglosajona con su disco Havana (que también incorpora esos ritmos caribeños de su tierra natal) y haber salido de una girlband como Fifth Harmony, pero sus raíces son lo más importante.
Podrá ser un indicio banal el que haya asistido a ver a Luismi, pero que deja saber el ambiente familiar en el que creció y en el que seguramente se desarrolla en casa de sus padres Alejandro Cabello, mexicano, y
Sinuhé Estrabao, cubana, con quienes vivió en La Habana y la Ciudad de México antes de irse a establecer a Estados Unidos. Y lo más importante es que la familia llegó sin nada, como inmigrantes cualquiera sin un techo donde dormir, según ha contado la cantante de 21 años.
Hoy las cosas son diferentes, Camila es una estrella juvenil y puede darse el gusto de ir a todos lados del mundo gracias a su trabajo y hasta llevar a sus progenitores a divertirse a un concierto del renacido Luis
Miguel, con quien seguramente mataría por colaborar.
Y sus aspiraciones a colaborar son igual de honestas que ella misma. En entrevista, Cabello cuenta que en México se encuentran las tres bandas con las que quisiera hacer una canción.
“Mis colaboraciones soñadas son con mexicanos, me encanta (el grupo) Camila, Maná y Sin Bandera. Y bueno, me encantaría poder trabajar con Luis Miguel, de hecho, mi papá estaría muy feliz si eso pasara. Nos pasó algo gracioso mientras yo estaba en el estudio junto con mi familia, así que vimos en una puerta las iniciales LM.
“Y mi mamá dijo ‘Seguramente es Little Mix’, y de repente escuchamos una orquesta enorme con trompetas y música de mariachi, así que pasamos cerca y nos dimos cuenta que Luis Miguel estaba grabando ahí.
Mi papá es su mayor fan y no podía respirar, fue muy gracioso”, relató.
Ahora cobra mucho más sentido la felicidad de la familia Cabello en la Ciudad del Pecado, una que seguramente se replicará hoy que la cantante debute en el Palacio de los Deportes en solitario con su disco
homónimo, un show que, por cierto, ya tiene localidades agotadas. Un material que preserva las raíces latinas de su país de origen y de toda Latinoamérica.