Enrique Bonilla, presidente de la Liga Bancomer MX, se reunió en el Palacio de Gobierno del Estado con las directivas de Monterrey y Tigres para tomar medidas, tras los actos violentos previo al Clásico Regio:
- Prohibir en forma definitiva el acceso a los estadios a quienes participaron en la riña.
- Convocar a clubes, medios de comunicación y sociedad en general a evitar mantas, mensajes escritos o de audio que propicien violencia en redes sociales, publicidad extrema o en el estadio, incluyendo: jugadores, directivos y demás integrantes de los clubes.
- Prohibir totalmente las marchas y caravanas hacia los estadios, así como la asistencia de cualquier barra visitante en los estadios de Nuevo León.
- Entrega oficial de la base de datos de los grupos de animación a las autoridades de la ciudad.
- En caso de realizarse una caravana, prohibir en forma definitiva el acceso al estadio que pertenece.
- Establecer un comité que se reúna periódicamente, integrado por clubes y autoridades (al que se invitará a los medios de comunicación) con la intención de compartir mejores prácticas en todas las áreas. Este comité se reunirá permanentemente y no sólo frente al Clásico.
- Buscaremos el compromiso en la moderación en los medios de comunicación a fin de que se evite propiciar violencia en los comentarios.
- Campaña de la amistad entre aficiones y de dignificación y respeto a las Policías.
Bonilla recalcó la decisión sobre las caravanas.
“Lo que se limita de manera drástica es que acudan en grupos de números importantes. Se habla de caravanas de 3,500 personas sin boleto, que por lo tanto no pertenecen a un grupo de animación. Aquellos aficionados que quieran asistir, sean del color que sean podrán hacerlo, siempre y cuando no vayan mezclado con otros grupos”.
Hasta el momento no hay ninguna persona detenida luego de los disturbios que se registraron el domingo pasado en la avenida Aztlán, horas antes de que diera inicio el partido. Sin embargo, ya se tienen detectados a varios de los participantes.
Por su parte, Rodolfo Palomo, el joven agredido, se encuentra internado en la clínica 35 del IMSS donde de acuerdo a reportes sigue “grave”. Se espera un nuevo parte médico al conocer su evolución tras las 72 horas posteriores a la operación.