La ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, se encuentra en medio de un esfuerzo intensivo de última hora para lograr un acuerdo de libre comercio
LA MINISTRA de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, pospuso para mañana su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), previsto para la tarde de ayer sábado.
La canciller es la principal negociadora de Canadá en la mesa de diálogo para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Pese a haber sostenido varias reuniones con su contraparte, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, ambos países mantienen grandes diferencias en torno al comercio de lácteos,
Capítulo 19, extensión de patentes, pero sobre todo la protección de las exportaciones automotrices.
Canadá quiere comprometer a Estados Unidos de que si firma un TLCAN 2.0 se suspenderán las tarifas arancelarias al acero y aluminio y que el gobierno del presidente Donald Trump no acudirá a la sección 232 de la Ley de Expansión de Comercio para aplicar aranceles al sector automotriz, como ha amenazado el mandatario.
Por primera vez el primer ministro Justin Trudeau no sería el encargado de dar el discurso formal de Canadá ante la ONU y en su lugar lo haría Freeland. Ayer sábado se conoció que la ministra pospone su intervención hasta el lunes, incluso se especula que, dada la presión del TLCAN, quizá ni sea ella la que hable ante la Asamblea General.
Funcionarios de la oficina de Freeland señalaron que ella, quien actualmente se encuentra en medio de un esfuerzo intensivo de última hora para asegurar un acuerdo de libre comercio con América del Norte, ha cambiado su horario en la tribuna de la ONU.
De acuerdo con funcionarios cercanos a las “intensas” negociaciones comerciales, Freeland habría sostenido largas conferencias telefónicas la noche del viernes con los negociadores en Washington y sus contrapartes estadounidenses.
Una segunda fuente de Ottawa, que también pidió anonimato, dijo que ambas partes aún están tratando de resolver los desacuerdos sobre un mecanismo de resolución de disputas que según Canadá es vital pero que Estados Unidos quiere eliminar.
A cambio de un compromiso sobre el mecanismo, el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau está dispuesto a ceder ante una demanda de Estados Unidos para ofrecer un acceso significativamente mayor al protegido mercado lácteo canadiense, dijo la fuente.
Esto podría causar problemas para Trudeau, ya que el lobby agrícola canadiense, políticamente muy influyente, se opone a cualquier concesión.
Los expertos del Gobierno dicen que es probable que Ottawa tenga que ofrecer una compensación significativa.
Un acuerdo parecía lejano el miércoles cuando, después de un mes de duras negociaciones, Trump indicó que estaba harto de la actitud negociadora de Trudeau, quien ha insistido en que no firmará un mal acuerdo.
Texto y foto: Agencias