Una bandada de palomas cruzó el cielo sobre Las Vegas el lunes al amanecer con listones en sus patas que llevaban el nombre de cada una de las 58 víctimas que murieron hace un año en el peor tiroteo perpetrado en la historia moderna de Estados Unidos.
Con motivo del aniversario de la noche en la que un sujeto abrió fuego desde la habitación de un hotel contra una multitud de 22 mil aficionados a la música country, el gobernador de Nevada, Brian Sandoval, se reunió junto con cientos de personas en una ceremonia conmemorativa realizada en un anfiteatro al aire libre.
“Hoy recordamos lo inolvidable. Hoy consolamos lo inconsolable”, dijo Sandoval a sobrevivientes, familias de víctimas, personal de emergencias y autoridades.
Entre los que ofrecieron oraciones, canciones y discursos estuvo Mynda Smith, cuya hermana Neysa Davis Tonks falleció en el tiroteo.
Smith dijo que su hermana tenía 46 años y criaba sola a sus tres hijos en Las Vegas. La recordó como una persona enérgica, aventurera, que le gustaba todo tipo de música y que bailaba cuando nadie más la veía. Smith abrió un fondo de becas para los hijos de las víctimas y señaló que tuvo comunicación con los seres queridos de casi todos los fallecido.
Algunos de los sobrevivientes, como Chris y Larisa Rapanick, de Chesapeake, Virginia, viajaron a Las Vegas para asistir a diversos eventos realizados el fin de semana, como una carrera de 5 kilómetros, un espectáculo en un club de música country y una reunión de sobrevivientes llevada a cabo el sábado.
Texto y foto: Cortesía