Puede que pienses que dejar el bar temprano para llegar a la cama es lo que está matando a tu vida social, pero los científicos han descubierto que la privación del sueño es más probable que te haga sentir solo y socialmente aislado.
El nuevo estudio de la Universidad de California y Berkeley encontró que las personas privadas de sueño evitan el contacto cercano con los demás de la misma manera que lo hacen las personas con ansiedad social.
Cuando estás exhausto no solo quieres evitar a la gente, sino que también es más probable que las personas bien descansadas se sientan solas después de los encuentros más breves contigo, lo que te hace inconscientemente socialmente poco atractivo.
Los investigadores encontraron que los escáneres cerebrales de las personas privadas de sueño mostraron una poderosa actividad de repulsión social en las redes neuronales que normalmente se activan cuando los humanos sienten que su espacio personal está siendo invadido.
La pérdida de sueño también debilita la actividad en las regiones del cerebro que normalmente fomentan el compromiso social.
Los hallazgos, publicados hoy en la revista Nature, son los primeros en mostrar una relación bidireccional entre no dormir lo suficiente y aislarse socialmente.
Dados el sueño y la soledad, que se considera como una preocupación creciente en la población moderna, estos hallazgos arrojan luz sobre la interacción entre ellos.
Matthew Walker, profesor de psicología y neurociencia en Berkeley, dijo: “Nosotros los humanos somos una especie social. Sin embargo, la falta de sueño puede convertirnos en rechazados sociales.”
“Cuantas menos horas duermas, menos quieres socializar. A su vez, otras personas te perciben como más socialmente repulsivo, lo que aumenta aún más el grave impacto de aislamiento social de la pérdida de sueño,” agregó Walker. “Ese círculo vicioso puede ser un factor importante que contribuye a la crisis de salud pública que es la soledad.”
Las cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) encontraron que el 5% de los adultos en Inglaterra informaron sentirse solos “a menudo” o “siempre” entre 2016 y 2017.
Sorprendentemente, se encontró que los adultos más jóvenes (aquellos entre 16 y 24 años) experimentaban soledad más a menudo que aquellos en grupos de mayor edad; mientras que las mujeres, las viudas, las personas solteras, los inquilinos y las personas con mala salud también se identificaron como más susceptibles.
Texto y foto: Agencia