A la lista de todos los beneficios conocidos de la lactancia materna ahora se le suma uno más, y es que, según la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), este tipo de alimentación puede ayudar al desarrollo bucodental del bebé, reduciendo hasta en un 50% el riesgo de maloclusiones dentales, anomalías dentomaxilofaciales y, en consecuencia, la probabilidad de que el niño necesite un tratamiento de ortodoncia más adelante.
Las causas de esta asociación podrían encontrarse en los movimientos que realizan los recién nacidos con la boca para poder extraer la leche del pecho de la madre. Según explica Juan Carlos Pérez Varela, presidente de la SEDO, al nacer tenemos el maxilar superior de un tamaño mayor que el inferior, además de tener este último en una posición más retrasada en comparación con el superior.
Esta circunstancia se soluciona con la lactancia, ya que para amamantarse el bebé coloca sus labios alrededor de parte de la areola y atrapa el pezón entre la lengua y el paladar; de esta manera, comienza la succión gracias al movimiento de la mandíbula inferior.
Este hecho hace que se estimulen y desarrollen los músculos, cartílagos, huesos y, en general, toda la boca, mientras que si su alimentación es mediante el biberón no se logran estos beneficios, pues su boca adquiere forma de círculo y los labios no se cierran de manera tan fuerte, lo que hace que no se dé ese vacío tan potente y la lengua permanezca plana.
Por otro lado, los bebés que maman tienen menos predisposición a chuparse el dedo o a llevarse objetos a la boca, explica el Dr.
Pérez Varela. Además, ven mejorada su función succión-deglución-respiración, pues al tener la boca completamente hermética con el pecho de la madre, deben aprender a respirar únicamente con la nariz. Por el contrario, los bebés que toman leche en biberones tienen más riesgo de disfunción en la masticación, deglución atípica, y problemas en la respiración o en la fonoarticulación del lenguaje.
Las rutinas de higiene bucal deben iniciarse en cuanto comience a asomar el primer diente, para poder así evitar la conocida como caries del lactante. Este tipo de problema dental no tiene su origen en la lactancia, pero es importante limpiar la boca y la lengua de los pequeños después de las tomas –ya sean con leche materna o con leche artificial– pues ambas contienen azúcares que si se dejan durante un largo tiempo en la cavidad bucal pueden generar caries.
Texto y foto: Agencia