Trump y Macron chocan en París

Los mandatarios de Estados Unidos y Francia participan en la conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial

LA DE PARÍS ESTE FIN DE SEMANA es una cita sobre la importancia de la paz, la reconciliación y la cooperación internacional en la que cada gesto cuenta. Pero las reuniones con ocasión de la conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial empezaron con un fuerte desencuentro. El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó ayer al Elíseo, donde lo esperaba el anfitrión de los más de 70 jefes de

Estado y de Gobierno invitados a la capital gala, Emmanuel Macron, visiblemente enfadado, marcando su propia agenda y con una vieja reclamación por bandera: que Europa haga más esfuerzos económicos dentro de la OTAN. Ni las palabras del presidente francés recordando la histórica amistad franco americana ni una palmadita conciliadora en la pierna de su invitado lograron mejorar el tenso ambiente, muy lejos de la cordialidad con que comenzaron su relación y en contraste con el cordial encuentro posterior de Macron con la canciller alemana, Ángela Merkel.

“Queremos ayudar a Europa, pero tiene que ser algo justo. Hay que compartir la carga. Hoy en día, es EU el que paga por proteger a Europa, y no es justo. Hay límites”, declaró Trump a su llegada al Elíseo. Unas horas antes, había cargado duramente contra su anfitrión por su vía favorita, Twitter: “Macron acaba de sugerir que Europa cree su propio Ejército para protegerse de EE UU, China y Rusia”, escribió Trump nada más aterrizar en París, la noche del viernes. “¡Muy insultante, pero quizás Europa debería antes pagar su parte a la OTAN que Estados Unidos subvenciona ampliamente!”, agregó.

La presidencia francesa se apresuró a aclarar ayer que Trump había malinterpretado a Macron. El mandatario francés, durante una entrevista esta semana, declaró: “No protegeremos a los europeos si no decidimos tener un verdadero Ejército europeo. Ante Rusia que está justo en nuestra frontera y que ha demostrado que puede ser una amenaza (…) debemos tener una Europa que pueda defenderse sola, sin depender solamente de EE UU, y de manera más soberana”, sostuvo, a la vez que evocó las amenazas desde el ciberespacio y la retirada estadounidense de un tratado nuclear de los años ochenta como un motivo más para que Europa haga más por su propia defensa.

Así se lo aclaró también Macron a Trump cuando lo recibió ayer para un encuentro privado, seguido de un almuerzo con las respectivas primeras damas.

Pese a ello, el desencuentro entre ambos era palpable. Su saludo a las puertas del Elíseo, correcto pero frío, sin ninguno de los gestos de cariño que ambos se prodigaban hasta hace solo unos meses, fue una muestra más del fin del idilio político que mantuvieron al principio ambos políticos. Macron, que durante más de un año intentó, con grandes dosis de cordialidad y diplomacia, convencer a Trump de que no diera pasos como retirarse del pacto sobre el cambio climático o del acuerdo nuclear con Irán, se ha topado con un muro que ha enfriado visiblemente una relación que comenzó con una competición sobre quién se daba la mano más tiempo y con más fuerza.

Texto y foto: EFE

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