Durante la conferencia Criminología y Victimología, el catedrático Emilio C. Viano invita a dejar de hacer oídos sordos y cambiar la visión para actuar a favor de las víctimas por igual
Muy interesantes resultaron las consideraciones que anoche realizó el catedrático de la American University de Washington, Emilio C. Viano, en torno al dolor de las víctimas ante la falta de justicia, lo que, subrayó, genera exclusión social y rebeldía.
En el marco de la conferencia “Criminología y Victimología” que impartió anoche en el Tribunal Superior de Justicia, hizo un llamado a reflexionar con ética acerca de la necesidad de justicia en el derecho, especialmente para los más olvidados, de modo que las leyes no hostiguen a los más débiles, y que las políticas públicas no desprotejan a las víctimas.
-En aras de una verdadera justicia social, la política de “no veo, no escucho o no hablo” debe desaparecer para dar lugar a que todos nos interesemos por hacer algo por los demás, a no rechazar al otro y asumir responsabilidades compartidas -dijo el ponente quien subrayó que esta manera de pensar es totalmente opuesta a la construcción de muros y vallas en la frontera.
En este sentido se pronunció en contra del racismo que predica el presidente de su país en contra de los migrantes, quienes recalcó también son víctimas de la violencia, de la pobreza y de otras circunstancias, por lo que dijo, se les debe dar un trato digno y humano como corresponde no solo a quien tiene determinada nacionalidad.
Criticó que en este caso la situación jurídica de los migrantes esté condicionada por una situación económica en la que se benefician los propietarios de cárceles particulares, que están haciendo un gran negocio con las deportaciones.
El catedrático insistió en que no se debe ignorar a quien padece la injusticia sea de la clase, raza, o sexo que fuere.
–La igualdad es una exigencia moral, todos los seres humanos deben ser considerados iguales -recalcó.
También se pronunció en contra de la deshumanización y el sufrimiento inútil por la justicia penal que se ha convertido en una obsesión social para saciar la sed de venganza, pero que no ha sido efectiva, por lo que consideró un acierto el tránsito hacia un sistema en el que se privilegie la reparación del daño a favor de las víctimas.
Por último, refirió que los medios alternos, como la mediación penal, son elementos necesarios para la convivencia y paz social, por medio de una sociedad más justa en la que no todo se le debe delegar a los jueces.
Texto: Manuel Pool Moguel
Foto: Cortesía
