El ex presidente del Cetur, Jorge Escalante Bolio, asegura que la tienda de orfebrerías era una posibilidad, no un plan determinado
Lo que se se anunció como una Casa de Artesanías que ofrecería “una exposición de productos selectos de todo el país”, como parte de los atractivos del Centro Internacional de Congresos (CIC), al menos así lo expusieron ex funcionarios, hoy se convierte en un restaurante-bar.
—Alguien podrá de dejar de comprar una artesanía, pero no de comer. Son servicios más prioritarios los de alimentos y bebidas —expresó el ex presidente del Consejo Empresarial Turístico del Estado (Cetur), Jorge Escalante Bolio a Punto Medio respecto al tema.
Durante una de las supervisiones realizadas a este inmueble que costó más de mil millones de pesos, el 14 de mayo de 2017, para ser exactos, el secretario de Fomento Turístico, Saúl Ancona Salazar, destacó las bondades de uno de los proyectos estratégicos de la administración anterior.
Ahí, en el recorrido, explicó que el CIC cuenta con la Certificación Leed, lo que permitirá una mayor competitividad a nivel nacional, así como servir como refugio temporal en caso de huracanes.
También se hizo énfasis en el rescate del cenote natural que ahí se encuentra y una de las casas que cuenta con un gran valor histórico, inmueble que sería usado como una casa de artesanías. A varios meses, ya se prepara el edificio para abrir sus puertas y no será como un espacio donde se destaque el trabajo artesanal, será uno que de servicio de alimentos y bebidas.
Por lo anterior, este medio informativo se comunicó con el ex presidente del Cetur, quien en ese entonces estuvo cercano al proyecto y comentó:
—Esa era la idea (hacer una Casa de Artesanías) pero no era un plan firme. Hasta donde yo recuerdo. Realmente la casa estaba para poderse comercializar y cuya renta beneficiará a los ingresos del CIC, para colaborar con su operación, pero no estaba cerrada esa idea de que fuera una Casa de Artesanías o que fuera un restaurante u otro uso comercial —expuso.
“Sí recuerdo ese hecho, pero no lo recuerdo como si hubiera sido un plan determinado, sino que una posibilidad nada más”. –añadió.
En el caso del restaurante, el inmueble atrae esos giros.
Texto y fotos: Jesús Gómez
