Vialidad
Uno de los puntos más recordados de su realización en Paseo de Montejo es que prácticamente dividía la ciudad en dos, desde el Monumento a la Patria hasta San Juan. Y a pesar de los avisos anticipados siempre tomaba desprevenidos a más de uno. Este es uno de los principales temas que la reubicación ha permitido solucionar, el no interrumpir el tránsito en la ciudad, y que los automovilistas tengan que rodear el centro para llegar de un extremo a otro.
Seguridad
El cambio de sede de las carnestolendas ha permitido tener un foco de mayor control para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ya que, a diferencia del centro de la ciudad, Xmatkuil cuenta con salidas bien identificadas. Si bien este no es un factor que evite por completo un potencial de asalto o robo, significa mayor control del cuerpo policiaco para contener a los actores del delito.
Productividad
Uno de los principales aspectos de las canestolendas otrora era que los propietarios de ciertos comercios debían cerrar sus puertas durante las festividades, debido a que por la aglomeración de gente, sus puertas estaban saturadas y los clientes de su interés reducían.
Actos vandálicos
Precisamente por la aglomeración de gente, varios comercios descubrían al día siguiente del paseo, algún resultado evidente de vandalismo, en ocasiones robos de llaves de agua, vidrios rotos, entre otros. El traslado a Xmatkuil permitió que los comercios establecidos ya no sean víctimas de este tipo de actos.
Imagen
Aunque no para todos es punto de coincidencia, algunas voces de empresarios, principalmente extranjeros, aseguraban que el carnaval en Paseo de Montejo generaba mala imagen, ligada principalmente al consumo libre del alcohol. Según estas opiniones, hoy la imagen de la ciudad no queda en entredicho, al tener una sede dedicada a esta celebración.
Texto y foto: Cortesía
