Por Juan Esteban Méndez
Mae Govannen, estimados lectores.En esta ocasión no revelaremos películas inolvidables como Casablanca o El Padrino. En esta ocasión, nos remitiremos a esas películas que pertenecen a la cultura popular, y que gracias a ellas, poco a poco, nos vamos formando una cultura Geek.
Debemos empezar con la imprescindible joya de 1980 El imperio contraataca, que enmarca una de las películas más representativas de la ciencia ficción y de la saga de Star Wars. Dirigida por el fallecido Irvin Kershner, esta cinta conjuga tal vez las escenas más impactantes y memorables de las seis películas y es también una de las más oscuras y dramáticas.
Del espacio nos vamos con los zombies, pero no para darnos miedo. Se trata de El desesperar de los muertos (2004) dirigida por Edgar Wright. Es un horror comedy que nos sacará un par de risas mientras ingeniosamente Wright presenta una hilarante comedia sin salirse de la línea de una película de zombies; ha envejecido de una mañera extraordinariamente bien, con una extraordinariamente bien ejecutada parodia de la canción “Don’t Stop Me Now” de Queen, por lo que es definitivamente imprescindible en la filmografía del director.
Si viajamos en el tiempo hacia 1985, nos vamos a encontrar con la obra maestra de Robert Zemeckis. Me refiero a Volver al Futuro, protagonizada por Michael J. Fox en el papel de “Marty McFly” y por Christopher Lloyd, quien interpreta excéntrica y poderosamente al “doctor Emmet Brown”. Cualquier fanático de la ciencia ficción tiene esta película en su mente y si usted mi estimado lector no sabe de lo que estoy hablando, en serio, se la recomiendo ampliamente.
Para concluir esta primera parte, vamos a irnos un año antes, a 1984, para recomendar un clásico que tal vez muchos de nosotros crecimos viendo. Ciertamente tal vez está un poco sobrevalorada, pero eso no quita que Los cazafantasmas sean un punto de referencia del cine de los 80. Dirigida por Ivan Reitman, es una historia magnéticamente absorbente, la cual, a pesar de todos los detalles que le encontremos, es un clásico de clásicos.
