Abuso en la Federación de Fútbol de Afganistán; tenían un cuarto donde violaban niñas

El deporte fue creado para unir a las sociedades, sin embargo, en una época donde poco a poco se destapan abusos sexuales en todo el mundo, el futbol no se escapa de estos escándalos.

A finales del 2018, la FIFA suspendió a Keramuddin Keram, presidente de la Federación Afgana de Futbol (AFF), y a cuatro colaboradores más del organismo, debido a acusaciones por abuso sexual. Meses han pasado desde que Khalida Popal dio a conocer el caso, pero ahora la excapitana de la Selección de aquel país confesó más detalles delicados del caso: Todos en la AFF sabían de las violaciones y además había un cuarto especial donde se llevaban acabo estos actos.

“Algunos de los representantes de la Federación comenzaron a abusar de nuestras jugadoras. Nos quejamos. Profundizamos. Yo comencé mi propia investigación. Encontré que el autor de esa violencia era el presidente de la Federación de Fútbol de Afganistán. Tiene una habitación secreta en su oficina donde mete a las niñas. Y allí las viola y después las suelta. Fueron varias. Venían con sueños, sentían que los habían alcanzado. Chicas de familias corrientes… Y ese hombre, agazapado como si fuera un cazador, se dedicó a cazar”, señaló en entrevista para El Mundo.

Asimismo resaltó que la FIFA solamente suspendió a Keram, pero que las investigaciones no han avanzado, al contrario, estas parecen estar paradas. Nadie ha estado en juicio, los testigos no han sido llamados. No han dejado su cargo, aunque les quitaron su sueldo.

“El sistema otorga poder a los abusadores. El gobierno no puede interferir porque, si no, la FIFA inhabilita a la Federación. Ellos tienen su propio reino. La cultura de la Federación de Fútbol fue construida para que nadie pudiera levantar la voz.

“Hay algún tipo de aplicación que nadie conoce, sólo la gente que trabaja dentro de la FIFA. Una aplicación en la que puedes informar [de abusos] de forma anónima. Pero es en inglés o en otras lenguas. Así es como suceden las cosas. Así es como falla el gran sistema del fútbol a la hora de proteger. La gente está demasiado metida en sus negocios”, lamentó

Porque así es vivir en un país ultraconservador. Las mujeres dejan de ser víctimas para convertirse en culpables. Porque nadie las mandó a violar las reglas de un Afganistán dominado por hombres.

“Las que fueron violadas fueron menores de edad. Niñas de 14 y 15 años. Las mujeres en Afganistán tienen que luchar contra toda una sociedad. Y ellas no pueden volver a casa y decir lo que ha pasado.Porque serán acusadas por sus propias familias. Ya les habían dicho que ellas no debían ir allí [a jugar a fútbol]. Están totalmente solas”, expresó la jugadora.

Texto: Los Pleyers
Foto: Cortesía

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