Cifras sobre la violencia doméstica prendieron las alarmas de estudiosos e investigadores del fenómeno, quienes no se quedaron con las manos cruzadas y presentaron las memorias de un conversatorio en la materia, en la que participaron jueces y magistrados. De todo lo que se abordó en dos días de trabajo se realizó esta recopilación de los asuntos más destacados y que constituyen una importante guía para que las personas que sean sometidas a violencia familiar, no sólo las mujeres, puedan saber qué hacer y a quién recurrir de una manera práctica para atender y dar solución a su problema.
“La violencia puede venir de padres a hijos, de esposo a esposa y también de familiares colaterales con los que se convive a diario, por eso la norma no puede discriminar ni dejarla de manera exclusiva en una relación en específico, independientemente de una cuestión de género. El Estado no está dispuesto a permitir ni un solo caso”, se explicó.
El libro, que empodera a toda persona que sufre de violencia, se puede descargar de manera gratuita en la página del Tribunal de Justicia de Yucatán, institución que organizó la presentación del material, marco en el que el abogado Rodrigo Ignacio Ortiz Eljure, titular del Instituto de Defensa Pública del Estado de Yucatán, abrió la presentación citando datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las relaciones en los Hogares correspondientes al año 2016.
–De cada diez mujeres, siete han sufrido violencia a lo largo de su vida, y de estos en cuatro casos el agresor fue la actual pareja, el esposo o el novio– detalló el abogado, quien dijo también que en la calle, el parque y en el transporte público se generan un 38.7 por ciento de los casos de violencia por parte de un desconocido, lo que puede implicar intimidación, acoso, abuso o hasta una violación, y en este sentido, consideró aterrador que en México cada día 9 mujeres sean asesinadas.
-En 33 años, de 1985 al 2018, más de 55 mil niñas y mujeres han sido asesinadas en el país– lamentó el abogado.
Consideró que la violencia hacia las mujeres es la más grande y extendida violación a los derechos humanos, pero también la más naturalizada y tolerada.
Citando preceptos de la Convención Belem Do Pará, resaltó que el estado tiene que actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres, contar con un marco jurídico con medidas urgentes en caso de agresión como los son las órdenes de protección.
-En el caso de Mérida, cada año se tramitan en promedio 80 de estas medidas entre iniciales y prorrogas, solo por parte del Instituto de Defensa Jurídica– detalló.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel
