En su momento, María Callas fue celebrada con ovaciones de pie en México, donde se presentó en varias ocasiones a lo largo de su carrera. Ahora la diva regresa al país en forma de un documental, “María por Callas”, del director francés Tom Volf.
Callas debutó en México en 1950 y regresó los dos años siguientes a cantar en Bellas Artes. La tercera vez la aplaudieron tanto, que lloró arrodillada en el escenario, según crónicas de la época. En sus últimos años vino dos veces más de vacaciones, en 1968 y 1973, pero no cantó entonces.
Este viernes, el público se pudo reencontrar desde una perspectiva muy íntima con la cantante griega, fallecida en 1977 a los 53 años.
“María por Callas” presenta a la diva en su casa, en sus momentos de franqueza, sobre los escenarios, y cuando vivía acosada por la prensa.
Pero Volf confiesa que apenas la descubrió hace seis años, cuando era un veinteañero en Nueva York sin experiencia con la música clásica ni la ópera.
“Una noche entré a la Ópera Metropolitana y vi la ópera ‘Maria Stuarda’ de Donizetti. Y cuando llegué a casa esa noche, empecé a buscar todo sobre la ópera italiana y me encontré una grabación de María Callas”, dijo el director de 33 años en una entrevista telefónica reciente desde París.
Este chispazo lo llevó a dedicar cinco años de su vida al documental.
A través de antiguas películas de la cantante, ese rostro emblemático de las portadas de sus álbumes cobra dimensión y vitalidad, en especial porque algunos filmes en blanco y negro han sido coloreados para darle una nueva vivacidad.
Algunas de las imágenes son conocidas, pero también hay muchas nunca antes vistas, en especial las de sus últimos años.
“Lo que trato de hacer es mostrar al humano detrás del artista y creo que la podemos descubrir de una manera muy diferente… y entender mejor la realidad de una vida que estuvo de alguna manera dividida entre María y Callas, entre su vida personal y su vida pública y su carrera”, dijo Volf.
Texto y foto: El Universal
