Por Gerardo Novelo
Apple, a los ojos del mundo, una empresa que crea tecnología de desempeño respetable pero precio injustificable, cuyo consumidor promedio no entiende ni le importa el producto más allá de su rol como creador de estatus. Esa es la reputación que ya se ganó -no sin merecerlo- y con la que se va a ver cada nuevo producto que lanzan.
Vamos, puedo apuntar a un puñado de personas que conozco personalmente que usan su MacBook Pro de 50 mil pesos como una máquina de Facebook y Netflix. Conozco oficinas donde pobres iMacs Pro de 120 mil pesos se usan exclusivamente para Excel y Gmail. La cultura Applelover es dura y lucrativa.
Es triste y -relevante para esta columna- abaratador lo que significa la palabra “pro”.
Por eso el lanzamiento de la nueva Mac Pro y su monitor acompañante se está viendo desde los ojos incorrectos. El consumidor promedio no entiende que estas computadoras no son para ellos. Y no los culpo.
Las iMac Pro de los últimos años cuestan más o menos lo mismo que una configuración armable con los mismos componentes que corra Windows o Hackintosh. Son básicamente el único producto Apple del que no me puedo burlar por costar el doble de lo que su desempeño vale.
En su configuración más barata -de 5,999 dólares- la nueva Mac Pro da un paso adelante y dos atrás. Por fin es modular, pero cuesta casi el doble que armar una con las mismas tripas. Asumo que las versiones de más alto calibre van a emparejar el campo.
El monitor XDR que se lanzará junto a la computadora, en cambio, es una bestia de 4,999 dólares. Este no es un display para el mercado consumidor, no es para tu amigo que le gusta jugar en Photoshop o tu sobrino gamer.
Es para profesionales audiovisuales de los que sin mucho problema gastan hasta 20,000 dólares en monitores de referencia.
Y de ahí pasamos a la base del monitor, que se vende por separado y cuesta 999 dólares. No es, como reportaron algunos medios mexicanos tecnológicamente analfabetas, para adaptar otros monitores a la computadora. Es para levantar el monitor XDR, y ya. Esa es un poco más difícil de defender.
Creo que el desarrollo e implementación de un sistema de montura vale lo que cobran por la base. También creo que para el 99.99% del mercado profesional (y el 100% del consumidor), este nuevo sistema montura nunca, nunca será útil.
Ah sí, pero no dudo que habrá por ahí algún apóstol de marca listo para tirar por encima de 200 mil pesos en una computadora de calibre profesional que usará para ver el feis.