Por Carol Santana
Junio es el mes para celebrar la diversidad sexual. Miles de personas y activistas se organizan para hacer eventos que promuevan la visibilización de todas las personas que forman parte de la comunidad LGBTTTIQ.
Es por eso que muchas empresas y marcas cambian sus fotos de perfil, logos, o crean promociones usando la bandera de colores, tanto como para mostrar su apoyo hacia a la comunidad como para venderles sus productos.
Sin embargo, no todas estas empresas que se visten de aliadas en realidad lo son.
Compañías como Youtube o Nickelodeon se han sido criticadas en las últimas semanas por proclamarse a favor de la comunidad mientras que sus políticas como empresas dañan la seguridad e integridad de miembros LGBTTTIQ.
El dinero rosa es como se le denomina al poder adquisitivo que la comunidad LGBTTTIQ tiene, el cual se estima que asciende a 3.87 trillones de dólares.
Mientras que hay marcas que utilizan sus comerciales para darles visibilidad a la comunidad, hay otras que sólo lo hacen para aprovecharse de su dinero durante este mes ignorando a sus miembros el resto del año o donando dinero a escondidas para campañas que promuevan el odio o a partidos políticos que están buscando que los derechos de esta comunidad sigan siendo pisoteados.
Un ejemplo de esto es el festival Coachella el cual este año tuvo a Ariana Grande -una aliada de la comunidad e icono para muchos dentro de esta- como evento principal y mientras Ariana Grande decidió terminar su presentación con la bandera de colores, uno de los dueños de Coachella, Philip Anschutz fue acusado de donar 190 mil dólares a grupos y organizaciones homofóbicas y anti migrantes, entre otras de sus visiones super conservadoras.
La realidad es que estas marcas se aprovechan de la necesidad de la comunidad por verse representados y por celebrar su identidad, y aunque no está mal que estos productos existan lo triste es que estas empresas no cambian sus políticas de inclusión o donan parte de su dinero a organizaciones que de verdad están tratando de hacer un cambio para lograr que sus derechos sean legales o que de verdad exista una representación y visibilidad en sus comerciales u oficinas.
Junio no debe ser el único pretexto que las marcas utilicen para celebrar la diversidad y aprovecharse del dinero rosa, en especial cuando muchas personas LGBTTTIQ todavía siguen siendo atacados, discriminados y asesinados por culpa de la homofobia y los discursos de odio que todavía existen y nos rodean.