En su primera visita a Valladolid como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador rompió esquemas en la organización de los eventos. En gobiernos federales anteriores se acomodaban en las primeras filas los compadres, amistades y allegados del mandatario, dejando en las últimas filas a la gente del pueblo. Y en esta primera visita los que ocuparon las primeras filas fueron las personas de la tercera edad, discapacitados y estudiantes, lo que causó una enorme alegría entre las personas que se designaron en los primeros asientos y pudieron ver muy de cerca al Jefe del Ejecutivo federal.
Esta primera reunión tuvo lugar en el parque de béisbol Antonio “El Negro” Aguilar, donde cerca de seis mil personas esperaban la llegada de López Obrador. Cabe mencionar que los accesos estuvieron muy controlados por los llamados Servidores de la Nación, elementos bajo las órdenes de la delegada regional Alpha Tavera Escalante.
Faltando cuatro minutos para las siete de la noche se informó de la llegada del presidente de México, lo que provocó las sonrisas de muchos de los más de cinco mil presentes.
Mientras el presidente caminaba saludando a la gente, dos mujeres que lo fueron escoltando recibieron los sobres con las peticiones de los vallisoletanos.
Atrás del mandatario lo acompañaba el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, mientras que en el estrado lo esperaban el alcalde de Valladolid, Enrique Ayora Sosa; el diputado federal Jesús Vidal Peniche; el titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Rogelio Jiménez Pons; entre otros funcionarios.
El mandatario yucateco fue el primer orador, y en su mensaje dio una reseña de las inversiones que ya se hicieron y las que próximamente tendrán lugar en la Universidad de Oriente, a cargo del rector Luis Fernández Vidal, así como en el sector salud; también hizo mención del terreno que se donará para que en coordinación con el sector privado se establezca el museo del automóvil.
Vila Dosal igual reconoció la sensibilidad del presidente López Obrador al realizar grandes inversiones que beneficiarán al sur sureste del país, como la construcción del Tren Maya, obra para la que tan solo en Yucatán se emplearán 25 mil millones de pesos, y es que las administraciones federales anteriores solo se enfocaron en el desarrollo del centro y norte de México.
El segundo orador fue el titular del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, quien expresó que Valladolid es el paso obligado de 15 millones de turistas al año que llegan a la península, y que se deben aprovechar.
Respecto al Tren Maya detalló que ofrecerá tres tipos servicios, como un tren de pasajeros para los trabajadores que van a la Riviera Maya, a través de Cobá, Tulum, Playa del Carmen y Cancún; el segundo será como un medio turístico, ya que ofrecerá a los visitantes servicios de calidad y lo mejor de la gastronomía de la región, por último también se utilizará como tren de carga, por lo que se podrá mandar carga a través de los ramales hasta Canadá.
El funcionario federal destacó que será 30 % más barato que los transportes de carreteras, siendo esta reducción en el costo una ventaja para los pasajeros. El tren turístico tendrá una velocidad máxima de 160 km/h, el de pasajeros de 120 km/h y el de carga de 100 km/h.
Finalmente tomó la palabra el presidente López Obrador, quien comenzó su mensaje diciendo que Valladolid es un lugar con historia y cultura, para después manifestar que antes el gobierno federal estaba echado a perder, era un elefante reumático y mañoso. Antes el gobierno era como un comité al servicio de una minoría rapaz y fomentaba la corrupción e impunidad. Se robaba el dinero del pueblo, y para mantener el régimen de corrupción tenían que dar privilegios a los altos funcionarios públicos que se daban la gran vida.
-Antes la corrupción no era delito grave. Ahora el que robe se va a la cárcel sin derecho a fianza. Antes se viajaba en aviones de lujo, ahora ni un funcionario puede usar aviones o helicópteros privados, porque no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre; primero los pobres -destacó.
Texto y fotos: Edmundo Hernández
