Tener confianza al emprender puede ser muy difícil, te enfrentas a un océano donde el único navegante es uno mismo; sin embargo, si no crees en lo que haces, en tu proyecto, menos lo harán las demás personas.
“Hay que tener confianza, pero también hay que entender que hay ideas malas. Debes poner los pies sobre la tierra. No es sencillo”, comentó Mauricio Poot Trejo, impulsor de “Archipeture: mascotas que saben vivir”.
Él tiene 29 años y es arquitecto, pero el amor por las mascotas lo llevó a crear esta empresa que mezcla su profesión con su pasión a fin de ofrecer un producto único en el mercado local.
“Lo que se busca es crear arquitectura para mascota, ya que la mayoría de las casas son de madera con el techo de dos aguas, una forma típica de vivienda de perro, y es ahí donde surge el nombre y las ganas de crear nuevos espacios para nuestras mascotas”, comentó.
Recordó que se vive una época donde son vitales, pues para muchos ya no son mascotas sino parte de la familia. Tan es así que ahora los puedes llevar a plazas. “Están creciendo exponencialmente todo este tema”, dijo.
Aunque lleva cinco años en el mercado, es la casa maya para los llamados “lomitos”, la que lo llevó a alcanzar un reconocimiento en las redes y gran aceptación entre la población.
¿Ha sido difícil?
“Sí y no. El 95 o el 98 por ciento de las personas que tenemos como contactos son muy amables, tienen una empatía con el mundo en general, pero más con las mascotas. Son más susceptibles porque han convivido con un ser que no habla, y trabajar con ellos los hace feliz. No es un empleo que genera algún tipo de problema, porque cuando surge alguna dificultad lo entienden”.
Si pudieras regresar unos dos años, tres, ¿cambiarías algo?
“En realidad creo que nada. Simplemente por el hecho de que tropezar también representa un crecimiento. Desde luego la parte del emprendimiento me gusta, me considero de esta nueva generación de ideas con un proceso de crecimiento, pero es más personal.
Empezamos casi solos, yo y mi esposa, y era una idea que no existía. Creo que no cambiaría nada, han pasado cosas donde he pensado en tirar la toalla, pero creo en mi idea”.
¿Cómo te ves en dos años?
“Creo que llegaremos a satisfacer a Yucatán. Ya estamos exportando casas fuera de Mérida y nos vemos teniendo otros puntos de distribución. Es un sueño que tenemos de llegar en el sureste y en la República”.
Te contacté a través de las redes sociales, ¿qué ha representado para ti esta herramienta?
“Más que enemigas son nuestras amigas. Claro, es un arma de doble filo y hay que saberlo manejar y hoy en día nos apoyan muchísimo, porque por ahí empezamos.
“Yo tenía 24 años cuando empezamos y somos personas que no tenemos todo el capital para poder invertir: empezamos con una casa, de ahí le tomas foto con el celular y se publicó en varias páginas, y el que hoy te busquen y te consideren valida el trabajo que se ha hecho, así como darle credibilidad”.
Hay personas que tienen alguna idea o no la continuaron, ¿qué les dirías?
“Si para ti es una buena idea, síguela, porque si tu no crees, las otras personas menos. Al tener, te juzgan. A mí me cuestionaban con mi profesión porque estaba diseñando casas para animales de compañía, pero yo tengo una empresa donde hacemos viviendas, fraccionamientos, pero también tengo otra pasión: las mascotas”.
Texto: Jesús Gómez
Fotos: Cortesía