La presidenta de la Comisión de Desarrollo Agropecuario del Congreso del Estado, Janice Escobedo Salazar, lamentó la opacidad del gobierno federal y confío en una pronta resolución a las quejas de las organizaciones campesinas, que el jueves pasado en protesta cerraron las carreteras federales a Cancún y Campeche.
–La falta de apoyos al campo es un gran problema que aqueja a uno de los sectores más vulnerables en nuestro país, por eso creo que el futuro del agro está en riesgo– dijo Escobedo Salazar.
El jueves, organizaciones como la Unta, Cioac y la Coduc cerraron de forma intermitente las carreteras de Cancún y Campeche, como parte de la protesta que se dio a nivel nacional convocado por el Frente Auténtico del Campo (FAC), que se queja de la falta de apoyos al campo.
Las principales exigencias fueron: diálogo con el presidente de la República, transparencia en el ejercicio de los recursos asignados al campo, derogación de las reformas neoliberales al Artículo 27 Constitucional y solución justa, digna y definitiva al adeudo histórico que el Estado Mexicano tiene con los trabajadores ex braceros.
–El campo es uno de los ejes de desarrollo más importante en nuestro país y el sustento de miles de familias que trabajan para salir adelante. Lo vemos en riesgo ante los oídos sordos del gobierno federal de escuchar las inquietudes de los productores y campesinos, el subejercicio presupuestal en los programas destinados al Desarrollo Rural, y la falta de transparencia en la asignación de recursos– señaló Escobedo Salazar.
Indicó que el presidente de la República ha declarado que los apoyos “llegarán” de manera directa al campesino, “sin intermediarios”; sin embargo la pregunta es: ¿Cuándo llegarán estos apoyos, si en Yucatán el periodo de siembra de maíz y soya ha concluido?
–Los programas de desarrollo rural buscan impulsar la productividad en el sector agroalimentario, lo cual resulta fundamental para que nuestro campo sea competitivo en el mercado nacional e internacional. No obstante, vemos con tristeza la reducción de presupuesto, la lentitud en su ejecución y la desaparición de programas que coadyuvaban al cuidado y conservación del agro mexicano– señaló.
En ese sentido dijo que los productores no deben ser afectados por políticas de austeridad, por lo que es imperante liberar el presupuesto asignado al campo, ese mismo que nos provee de los alimentos que hoy llegan a nuestra mesa, y que es fuente de ingresos de miles de familias que viven al día y que dependen del fruto de sus tierras.
Texto y foto: Esteban Cruz Obando