Vila Feliz

Por Armando Escalante 

La semana pasada, el viernes para ser exactos, el señor Mauricio Vila Dosal mostró una faceta poco conocida en el ambiente político local; en un vídeo transmitido en Facebook se le observa al gobernador de gira de trabajo por Tzucacab, entregando diversos apoyos a productores y emprendedores.

En el discurso, se escucha contento hablando de lo que no suele hablar: del pasado y de las bondades de su gobierno. Y es que cualquiera creería que era un foro a la usanza del PRI para repartir pollitos, palas y picos, fertilizantes, etcétera pero no fue así. A diferencia de otras veces, Vila habló de que su gobierno es distinto; por ejemplo el programa de Fomento al Autoempleo y Capacitación no se aplicó por “colores” como en el sexenio anterior o sea para simpatizantes del partido gobernante sino que fue para todos.

Subrayó que “antes” se entregaban los recursos según le cayera bien o mal al alcalde cada beneficiario y ahora no fue así, a tal grado que hubo gente a la que le tocó por primera vez algún apoyo. Arrancaron aplausos de respaldo de personas de 17 municipios. Por primera vez en la historia -agregó- se apoyó a todos los que presentaron una solicitud e incluso los precios de los insumos que se otorgan en coinversión eran los más bajos de tal manera que hay un beneficio real.

Ese día Vila pareció más contento que otros días, orgulloso de poder evidenciar que se hacía algo distinto aunque algunos no le encuentren la diferencia. Mostrar que ahora se trabaja de otro modo, sin desviar recursos, con precios baratos, llegando a más gente, y lejos de partidismos, pareciera que lo hace sentirse mejor.

A cada frase, Vila cosechaba aplausos. Sus colaboradores deberían saber entender esos detalles y sacar a relucir cuál es la diferencia entre el pasado y el presente, mostrarnos dónde está el cambio, por aquello de que los demás sepamos o que sintamos que valió nuestro sufragio.

El xix.- Sin sorpresas así acabó la elección interna del Partido Acción Nacional con Cecilia Patrón Laviada electa presidenta del Comité Municipal de Mérida al vencer a Josué Camargo su más cercano adversario.

Salvo un intento de campaña de “contraste” -le llaman guerra sucia-, con videos de militantes del PAN quejándose de supuestas presiones en favor de un candidato, la campaña por presidir el comité municipal meridano sacó a relucir el tamaño de la división que viene. Este tipo de estrategia exhibida en Facebook mostró en pequeña escala que hasta la más modosita… contienda interna es capaz de tirar lodo a diestra y siniestra -escupir para arriba-, con tal de conservar una posición que luego servirá de ariete para intentar definir el futuro electoral de la alcaldía meridiana y hasta el cambio sexenal de gobierno.

Pareció una contienda desigual pero a juzgar por el resultado algo apretado no fue así y eso anticipa lo que viene, al tiempo que Morena y el PRI se frotan las manos por todo lo que ellos sí están dispuestos a aprovechar.

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