Hay quejas que dicen que no les alcanza, que se van a morir de hambre los desarrolladores. ¡Falso! Durante años ellos verdaderamente se llevaron buena parte de lo que era el subsidio gubernamental, denunció el director del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, al señalar que las viviendas no son una mercancía, por lo que no se dará ningún financiamiento a empresas que quieren aprovecharse del derechohabiente.
El funcionario federal estuvo de gira por la ciudad de Mérida, donde aprovechó para sostener un encuentro con los representantes de los medios de información. Ahí habló de varios temas: desde un edificio que fue inaugurado solo para la foto hasta los negocios que los empresarios de la vivienda hicieron, por muchos años, con el llamado subsidio.
“Resulta que hicimos un estudio y las casas que se vendían con subsidio tenían un precio 27% mayor que las que no, y era la misma casa. Eso se iba directo a las bolsas de algunos empresarios, entonces, es algo que no se puede permitir”, expuso.
También desmintió que no haya recursos para este apoyo gubernamental como lo han hecho creer los desarrolladores. –El dinero para vivienda existe, de hecho, hay más dinero para este rubro que otros años, se van directo a la población que no tiene un instituto como el Infonavit que le respalde y está dirigida a los trabajadores no afiliados y que no tienen un empleo formal y fijo”, explicó.
Según datos oficiales del propio Infonavit, el 16% de las casas que se colocaron a partir de un subsidio están abandonadas. “Hay 650 mil casas abandonadas donde podríamos vivir 2.2 millones de mexicanos. ¡Imagínense el desperdicio de recursos que significa!”, resaltó.
Gracias a la regulación, tan solo en julio cuando empezó a operar el Sistema Máximo de Crédito, en el registro de nuevas obras iniciadas se tuvo aumento del 37%, cifra superior a la registrada en los últimos cuatro años.
Pero no solo es eso, añadió, la colocación de créditos en salarios para trabajadores que ganan menos de siete mil pesos creció 30% respecto a la colocación que se vivía antes de enero a julio.
“Tenemos un julio muy exitoso, tenemos una mayor colocación de vivienda, crecimiento en el inicio de obras, y eso permitirá cerrar el año muy bien. Se van a generar más casas, derrama económica, se sigue construyendo, generando empleos, simplemente iniciar y crecer las obras en un 37% es histórico”, resaltó.
Reducir tiempo en contratos, una opción
Si bien el contrato de compra para los trabajadores es de 30 años, según cifras oficiales una persona que tiene mayores ingresos tarda hasta 16 años para terminar de cubrir el valor del inmueble, mientras los que no, tardan hasta 27 años.
“La realidad es que muy poca facción de los trabajadores llega a los 30”, explicó.
Reconoció que el efecto de los 30 años llega en contra de los propios trabajadores, ya que cuando quieren reestructurar hay una limitante.
“Nosotros hemos sugerido desaparecer el tiempo y hacerlo con aportes flexibles, aportes de acuerdo a la posibilidad del trabajador para que no estén obligados a un acuerdo de ley”, indicó.
“Se tiene que buscar flexibilidad de plazo, que esté acorde a la zona, a la realidad del trabajador, que se sientan cómodos pagando”, concluyó.
“Yo tengo otros datos”: Ancona Cámara
Pero quien aplicó “yo tengo otros datos”, frase célebre del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue el presidente de la Cámara Nacional de Vivienda en Yucatán (Canadevi), Eduardo Ancona Cámara, quien, según cifras oficiales, el 37% del que habla el director del Infonavit no es de avance, sino de contracción.
“Si uno se va al rubro para ver la vivienda nueva, social, económica, ahí verán una caída del 37%, es información pública. Y en Yucatán ha caído más, es de un 67%, específicamente en la más económica”, expuso.
Por otra parte, defendió el programa de subsidios federal, ya que funcionó de forma transparente y fue un programa donde el beneficio se les dio a las personas que compran la vivienda.
“La vivienda se comercializa de una manera transparente, los trabajadores pueden escoger dónde quieren su vivienda, y ellos se acercan al instituto. Son quienes preguntan cuánto tienen de dinero. El subsidio era algo que venía a completar y lo daba la Conavi”, abundó el dirigente de la Canadevi.