El consumo crónico diario de cocaína puede cambiar la expresión de los genes en el hipocampo, la región cerebral responsable del aprendizaje y la memoria, y reforzar recuerdos que contribuyen a la adicción, según un estudio publicado este lunes en la revista JNeurosci.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan se propuso averiguar si la exposición frecuente a cocaína podía cambiar la expresión del gen conocido como FosB en el hipocampo, y para ello administraron la droga a diario a un grupo de ratones, mientras que a otros roedores les suministraron una solución salina.
Los ratones que recibían cocaína mostraron un aumento en la expresión de su gen FosB, lo que llevó a los autores a deducir que podían haberse producido cambios epigenéticos en ese gen.
La mayor actividad de ese gen podría llevar al cerebro del usuario a asociar de forma más potente la cocaína y el entorno en el cual se consume, lo cual podría resultar en recuerdos positivos que contribuyen a perpetuar la adicción, de acuerdo con los científicos.
Los autores concluyeron que esos recuerdos podrían haberse creado gracias al refuerzo en la actividad del gen FosB, aunque subrayaron que no tienen claro el mecanismo exacto que está detrás de ese proceso.
Los investigadores creen que una mayor indagación en esos posibles cambios moleculares podría resultar en el desarrollo de tratamientos más eficaces para la adicción.
Aunque las autoridades en Estados Unidos están más centradas en el problema de la adicción a los opiáceos, en los últimos años las autoridades han alertado de un resurgimiento del mercado de la cocaína.
Entre 2014 y 2016, el número de muertes por sobredosis relacionadas con el consumo de cocaína casi se duplicó, al pasar de 5.892 a 11.316, según un informe publicado el año pasado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Texto y foto: EFE