El arribo de una empresa especializada en la construcción de dispositivos de tecnología en ingeniería de sistemas llama la atención en el estado, por sus peculiares características. Por una parte podemos decir que el perfil de la compañía parecer haber superado el tiempo en el que Yucatán destacaba solo por ser maquilador.
Cabría la posibilidad de que ahora se observe a los yucatecos con el potencial de desarrollar ciencia, tecnología, por las inversiones extranjeras. Esto podría ser el ángulo positivo de este gran anuncio de gobierno.
Las grandes incógnitas son: ¿Cómo regular a estas inversiones extranjeras o nacionales para que no haya una explotación desmedida de los recursos naturales y humanos de la entidad? Con la idea de que no sea lo que mucha gente interpreta, que son los grandes capitales siempre los beneficiados a costa de la gente.
La otra gran incógnita es aquella que dirigentes empresariales han manifestado. Yucatán no tiene por el momento la mano de obra capacitada para satisfacer la demanda de los mercados actuales, con ello, las inversiones que recién llegan. Esto podría abrir la puerta a que los locales sean reemplazados por nacionales e incluso, con el fenómeno migratorio, por algún centroamericano, sin que esto suene a xenofobia.
Hay muchas incógnitas que esperamos que las autoridades tengan las respuestas. Todos apostamos a lo mismo, mejores oportunidades para los yucatecos y nuestras familias.