Con dos grandes banderas y lonas, pobladores de Homún intentaron manifestarse ante los Premios Nobel de la Paz para denunciar la contaminación que genera la instalación de una granja porcícola en esta demarcación; sin embargo, no tuvieron éxito, por lo que emitieron un enérgico mensaje: “¡queremos paz!”.
—Todas las autoridades saben qué es lo que estamos peleando: el agua, el medio ambiente, y ellos pusieron el anillo de cenotes, reservas… y ellos mismos lo manejan con los empresarios y ponen las granjas, ¡no puede ser! —denunció Doroteo Hau Kuk.
Los manifestantes se reunieron en el monumento a La Patria para luego avanzar a la sede de la Cumbre, el Centro Internacional de Congresos (CIC); sin embargo, no llegaron. Antimotines les impidieron el paso calles antes.
Tras la negativa, regresaron al punto de partida entre pancartas donde exponían, una vez más, su problema: la construcción de una granja porcícola.
Hay Kuk comentó que no será el gobierno o el empresario quien tenga la última decisión, sino el pueblo, por lo que se encuentran en una lucha por el agua y el medio ambiente.
Descartó que la intención al querer ingresar a la Cumbre fuera crear violencia, sino demostrar a los líderes de la paz qué es lo que quieren.
—Ellos traen paz, nosotros también. Pero que respeten esa paz. Eso queremos, que nos dejen en paz. El gobierno no conoce la paz, solo la conoce en su mente, pero en su corazón no —remató Doroteo.
Por su parte, José Clemente May Echeverría, recordó estar en un pleito legal desde hace dos años por la instalación de la granja ya que no quieren que opere en Yucatán por la afectaciones que esto traería.
—Vemos que el patrocinador de este evento está dejando su huella por la paz, también nosotros estamos señalando que huella están dejando —expresó al momento que mostró una lona con un mensaje que incluía la imagen de una hez.
El pueblo de Homún vive del turismo y esta decisión, señalaron, afecta su estilo de vida y la cultura. —Eso estamos defendiendo y también el agua de Yucatán, porque todo lo que sale de ahí viene a Mérida —subrayó.
Texto y fotos: Jesús Gómez