Por Armando Escalante
La banca electrónica ha cobrado un auge tremendo en el mundo entero y quienes somos un poco cibernéticos, celebramos este avance ya que se pueden hacer múltiples operaciones desde el teléfono celular, la computadora o una tableta, sin salir de casa o del trabajo. No hay necesidad de ir a un banco salvo para casos contados como cuando usted requiere usar efectivo.
No obstante, en los últimos años, conforme avanza la tecnología, se han multiplicado los robos cibernéticos a los usuarios mediante diversas técnicas, muchas de las cuales evidentemente, son realizadas por “hackers” profesionales que desde alguna catacumba, en la oscuridad del anonimato y sin escrúpulos, burlan todos los filtros de seguridad para apoderarse de lo ajeno.
Pero… no todos son “hackers” ni ciberataques… también hay robos sospechosos que podrían realizarse en complicidad con los empleados usando supuestas fallas de los cajeros.
Cuidado con todos los bancos en general porque en todos se cuecen habas, pero en especial, aléjese de Citibanamex que para aceptarle una queja por falla en un cajero, se toma 45 días en tramitarla y nadie le asegura que le devolverán el dinero robado. Le escucharán, le darán números telefónicos para poner una queja además de darle esperanza de que todo se resolverá. ¡Patrañas! Son una estafa, su banco y los gerentes, no sirven para nada.
Al parecer hay una mafia robándose el dinero de los clientes de este banco, ya que es evidente la colusión entre quienes manipulan las máquinas y la propia gerencia de sucursal, puesto que están enterados de que sus equipos se roban el dinero y aún así permiten realizar operaciones en ellos.
Las fallas son frecuentes, los equipos retienen dinero, no se lo registran en ninguna operación electrónica, tampoco lo dice la tira impresa de tal modo que no tendrá usted comprobante de su dicho. A cambio sólo saldrá un papel mal escrito donde admiten que el equipo falló y que no puede hacer operaciones. Unos teléfonos en Ciudad de México firman el aviso, para cualquier aclaración.
Como advertencia, trate de no depositar dinero en esos equipos, mejor recurra a la antigüita a los turnos y las colas, pero si no le queda de otra, hágalo por poquitos, es decir, si va depositar $10,000 -que es el máximo permitido en una sola operación-, mejor haga 10 pagos de mil pesos. Es preferible a que le pase como a un servidor que el aparato de la sucursal 810 frente al Club Campestre en Mérida, me robó $4,000 que aboné para pagar una tarjeta y no hay poder humano que me los devuelva. A nadie le importa si soy cliente antiguo, si tengo varias tarjetas con ellos y menos, mucho menos, le interesa si tengo buen historial crediticio y mi dinero está en sus manos.
Son más confiables los empleados de las tiendas de la esquina con dos XX que los equipos de Citibanamex, donde de buenas a primeras le retienen su efectivo, no se lo acreditan a la operación que pretendió realizar y tampoco se lo devuelven.
El xix.- Le dije a los del banco que por todos los medios a mi alcance advertiré a la gente que Citibanamex se roba el dinero de sus clientes y los mete en broncas a la hora de intentar recuperarlo, y que a pesar de saber que sus equipos fallan frecuentemente, no lo advierten ni lo solucionan. Y estoy cumpliendo. Correo: Opinaeditorial@gmail.com