Una de mis partes favoritas de colaborar con músicos es la oportunidad de entrar a ese universo mágico que es el estudio de grabación. Ese lugar donde ocurre la magia y la música queda plasmada para siempre. En esta ocasión tuve el privilegio de estar con mis amigos de Malafacha Show, una de las bandas más destacadas de la escena local, en el estudio de Frederic Hatchondo. Es una experiencia que cualquier melómano debe vivir alguna vez.
Texto y fotos: Luis Payán










