Una visita a la gran pantalla

Por Alonso Millet Ponce

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de asistir a los últimos días del Festival Internacional de Cine de Morelia, en donde pude apreciar algunas de las películas extranjeras que se proyectaron. Entre éstas se encontraban dos de los filmes más esperados del año: The Lighthouse (Robert Eggers, E.U.A.) y Parasite (Bong Joon-ho, Corea del Sur).

Después de ver los anteriores títulos de forma maratónica, puedo decir que salí más que satisfecho con lo que observé; las cintas superaron expectativas y demostraron valer todas las críticas positivas y premios recolectados hasta el momento. En el presente texto haré unas breves sinopsis, con afán de convencerlos de agregar a su agenda los estrenos en cartelera de las obras a tratar. Sin más que agregar, entremos a cuerpo.

The Lighthouse. La película es maravillosa en todos los sentidos: actuaciones magistrales de William Defoe y Robert Pattinson (este último irreconocible), fotografía alucinante y una trama que intriga y confunde al mismo tiempo al espectador, ya que está repleta de mensajes subliminales (recomiendo, por ejemplo, leer un poco acerca de la mitología griega, al menos saber de Poseidón y Prometeo).

Esta cinta cuenta la historia de dos hombres que cuidan el faro en un islote por altamar a finales del siglo XIX, situación que los priva de cualquier otra relación que no sea entre ellos. Este factor, junto con otros a lo largo de la trama, genera drásticos cambios en el desarrollo de los personajes, haciendo fuerte eco a la locura. El filme que Eggers produce representa la viva imagen del género masculino, algo notorio en cada uno de sus exquisitos diálogos; además, nos muestra esa combinación de soledad, locura, alcoholismo y violencia a lo largo de la obra.

Parasite. A diferencia de la cinta estadounidense, esta película surcoreana resulta mucho más movida y con un ritmo cambiante, a la vez que cuenta con un poderoso mensaje social. Muestra la historia de una familia (una pareja y sus hijos: un hombre y una mujer con mayoría de edad) de escasos recursos. A pesar de vivir casi rezagados, desde el primer instante es evidente el ingenio de los personajes, que, a costa de una oportunidad de trabajo para el hijo en una familia adinerada, poco a poco se van infiltrando en diferentes labores dentro de la misma casa, escondiendo su evidente parentesco a sus jefes.

Sin embargo, el descubrimiento de un secreto que ocultaba uno de los trabajadores a los que reemplaza la familia, detona un giro radical a la trama, la cual pasa de ser una comedia a una combinación de drama y suspenso con tintes de terror. Es esta perfecta sintonía que hace tan especial al trabajo de Bong Joon-ho, pues logra capturar la atención del espectador desde la primera escena. No es de extrañarse, una vez terminada la función, que la cinta haya ganado la prestigiosa Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Habiendo resumido brevemente mis sensaciones acerca de las obras descritas previamente, así como el intento de evitar la inclusión de “spoilers”, concluyo este escrito invitándolos a participar o seguir en las redes sociales este tipo de eventos como el pasado festival, ya que son fuente de cultura, debate y conocimiento con base en la apreciación del séptimo arte.

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