El presidente de la Asociación Nacional de Desarrolladores de Videojuegos, Andro Miralrio, aseguró que Yucatán estaría en la lista de próximas entidades desde donde saldría la propuesta de desarrollo de videojuegos originarios de Yucatán, ante el creciente desarrollo del rubro en el estado.
“Me ha sorprendido mucho el talento, la unión, no están enfocados en otra cosa, sino que están focalizados en el desarrollo, y estudiando bastante. Hay mucho talento aquí en Yucatán, desde donde están saliendo muy buenas ideas para el desarrollo del videojuego, y que, sin duda, será un estado de donde saldrán juegos importantes”, dijo el dirigente nacional de esta organización.
Entrevistado en el marco de evento con los directivos de redes sociales organizado por el Ayuntamiento de Mérida, y el Instituto Yucateco del Emprendedor (Iyem), sobre cómo realizar ventas a través de las redes sociales en el sector turismo, el representante de este nicho, aseguró que hay un crecimiento significativo de la oferta del videojuego en México.
“Un ejemplo es el caso de la mujer, ya tenemos de forma clara un crecimiento significativo, no solo en el consumo, sino en el caso de desarrollo de mujeres que se inclinan por el juego. Tienen una característica particular, y es que el estilo de la mujer, se da principalmente en el teléfono móvil”, dijo el entrevistado.
Cuestionado sobre los efectos negativos que se presumen en la constante exposición a los videojuegos que incitan a la violencia, sus altos contenidos sexuales, entre otros patrones conductuales negativos, Andro Miralrio, aseguró que todo tiene una raíz en el hogar.
“Considero que todo lo que se realiza con exceso es malo, cuando nosotros vemos un problema de afectación a una persona por el abuso a los videojuegos, lo que vemos importante en ese momento es el involucramiento de los padres de familia para supervisar ese comportamiento”, dijo.
Aseguró incluso que el videojuego como tal, es considerado ya un deporte, por el que un jugador profesional, que participa en competencias, debe apoyarse de masajistas, psicólogos, entre otros para realizar esta actividad.
Texto y foto: Iván Duarte
