Tras solicitar al jefe de la Policía Estatal, Luis Felipe Saidén Ojeda, a que cada quien asuma su responsabilidad, don Alberto Memery, padre de Yusseff Abraham Memery Góngora, quien fuera atropellado por un policía estatal el pasado 31 de diciembre, cuestionó el actuar de quienes están contratados para velar por la seguridad de los yucatecos. “¿En manos de quiénes estamos, de asesinos?”, expuso.
Muchas son las quejas que se generan por el actuar de elementos de la Policía Estatal, no por nada durante el 2019 la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) obtuvo la mayor cantidad de quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), y muchas son las que se quedan en las redes sociales.
A la redacción de Peninsular Punto Medio llegó don Alberto, quien, lamentablemente, inició mal el año. Su hijo Yusseff, de 27 años, se encuentra gravemente herido producto de un accidente vial protagonizado por un elemento de la dependencia antes mencionada.
Relata que la madrugada del 31 de diciembre el hoy afectado tuvo un percance, fue atropellado por la patrulla 646, manejada por el señor Agustín Marshall, ocasionándole varias fracturas en el peroné y tibia, en la cadera, hombro y una hemorragia en el pulmón.
Comentó que su hijo se encontraba sobre la calle 128 y escuchó la cercanía de algunas patrullas, por lo que decidió replegarse. Al ver que no venía otra más, inició la marcha, pero sobre la calle 71 con 128 se encontraba otra que salió sin luz, ni sirena, impactándolo fuertemente.
“La moto se fue a 40 metros, incluso comentan los testigos que, no quieren dar su nombre porque fueron amenazados, el mismo conductor se echó de reversa para cubrir el accidente. Cuando varias personas se acercaron a filmar les dijeron que no lo hicieran porque se iban a ir contra ellos”, expuso.
Incluso, dijo, un señor que vende perros calientes cerca del lugar fue amenazado; se pidió borrar toda evidencia que se generó a través de los teléfonos celulares de varios testigos.
“Uno de los policías dijo: que a este ya se lo llevó la #$%&, bueno sale más barato muerto que vivo”, contó.
Texto: Jesús Gómez
Foto: Agencia