Velas de la Divina Providencia

Por: Roberto Dorantes

La primera semana del año surgió una duda entre mis amigos Carlos y Enna sobre unas velas dedicadas a la Divina Providencia; la duda consistía, si se trata de un ritual Católico; puesto que les regalaron doce “velas de color” para realizar dicha devoción; bueno como desconocía del tema, me di a la tarea de investigar y me encontré que sí hay una devoción católica y una práctica supersticiosa.

Hay una noticia de la Arquidiócesis de México, publicada en diciembre del 2016 por el Universal, donde nos dice lo siguiente: “La Arquidiócesis de México exhortó a los fieles a “no contaminar” con otras creencias paganas la tradición de bendecir las doce velas que cada primero de mes se encienden en devoción a la Divina Providencia”.

“Recomendó cuidar este rito católico y llevarlo a cabo sin relacionarlo con señales de magia o brujería. Evitar usar velas de un color u otro por suponer que son para el dinero, el amor o para evitar las envidias”. Hasta aquí el comentario de la nota.

Las velas de color se refiere a la práctica supersticiosa dónde cada mes tiene una intención y se enciende cada una, de la siguiente manera : “Enero: oro, atrae prosperidad. Febrero: blanco, atrae la serenidad y la armonía. Marzo: rojo, para alimentar el amor, las pasiones, el romance de pareja”. Y así sucesivamente cada mes del año. Está práctica no tiene nada que ver con la devoción católica.

“La bendición de las velas de la Divina Providencia es una tradición que consiste en acudir al templo durante el primer día del año para bendecir 12 velas, que luego, en oración, serán encendidas cada primer día de los 12 meses del año, como un signo de confianza en la Divina Providencia. Los fieles manifiestan su confianza en Dios, quien dará, si es su voluntad, salud, alimento, techo y trabajo”.

“Confiar en la Divina Providencia es poder decir: ‘Creo y espero en Dios’. Es tener conciencia de que Dios, como papá bueno y lleno de amor proporciona lo necesario en el momento preciso, sin necesidad de pedirlo y si él sabe que no hará daño”, expone el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), sobre la tradición.

Con estas notas sobre esta devoción queda claro que hay muchas prácticas que se muestran “piadosas y católicas” pero que realmente son supersticiosas, o peor aún caen en el esoterismo; hay que tener cuidado para promover la formación religiosa adecuada y no caer en estas trampas que fomentan los charlatanes.

 

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