Por: Marcial Méndez
La sensación pop conocida como The Weeknd ha regresado con un nuevo LP después del afamado Starboy, lanzado ya hace 4 años. El nuevo disco se titula After Hours y vio la luz el pasado 20 de marzo. De casi una hora de duración, este último álbum deja atrás las vibras más positivas de los hits más exitosos de su predecesor (I Feel It Coming y la epónima Starboy) en pro de un R&B de atmosfera muy nocturna y un tanto melancólica.
Sin embargo, si algo tiene After Hours en común con Starboy es su excelente noción del zeitgeist musical del momento.
Muchas de las pistas incluidas en el nuevo disco son una representación muy refinada y definitiva de las tendencias que dominan el R&B popular de esta época, lo cual podría bueno y malo a la vez: por ahora se sostienen como ejemplares, relevantes y bien trabajadas, pero, conforme pasen los años, parece probable que algunas de esas canciones no envejezcan del todo bien (de igual manera que lo hicieron el dubstep o el ska punk en décadas pasadas). Ello no significa que el tiempo las vaya a ranciar, sino a que tal vez las revele más anticuadas que clásicas.
Más allá de eso, el reciente esfuerzo de The Weeknd se siente igual a sus previos en el sentido de que consigue unas pocas rolas muy bien logradas entre un mar de sonidos que, si bien son placenteros, entran por un oído y salen por el otro. Aunque tiene un excelente sentido del estilo y del ritmo, hay algo que le hace falta a The Weeknd para crear su verdadero magnum opus del pop.
