Manuel Amábilis Domínguez, personaje icónico de la arquitectura

Este personaje destaca a nivel nacional e internacional por sus obras, en las que plasma un estilo neomaya, como el Sanatorio Rendón Peniche, y el Pabellón de México para la Exposición iberoamericana de Sevilla, España, en 1929.

Manuel Amábilis Domínguez es un arquitecto yucateco que merece la pena conocer. Es ubicado dentro de los grupos de autores de amplio y variado patrimonio cultural mexicano del siglo XX. Entre sus obras destacan la Quinta de salud “La Ibérica” y el Sanatorio Rendón Peniche.
Este personaje nació el 21 de septiembre de 1889. Muy joven viajó a Francia donde adquirió conocimientos necesarios para poner en marcha su profesión. Aunque según se dice no se tiene datos de cuándo regresó a Mérida, en 1915, comentan, empezó la remodelación del viejo Palacio Episcopal, edificio continuo a la Catedral de Mérida.
Se dice que esta obra fue orden del gobernador en turno, el general Salvador Alvarado. Luego se convirtió en el Ateneo Peninsular. Las voces aseguran que mencionada obra representó la ruptura entre el poder civil y el eclesiástico, pues se transformó la concepción general del edificio al independizarlo radicalmente del templo mediante una calle a cubierto, que se conoció como Pasaje de la Revolución.
Se sabe que también realizó modificaciones a casas habitación, tal es el predio número 458 de la calle 59, y que aún existe, con un estilo afrancesado y con un recargado eclecticismo ornamental. Algunos aseguran que tuvo influencia del efervescente nacionalismo revolucionario.
“Pronto se convertiría en un sensible y significativo nacionalismo Neomaya como el que plasmó en la desaparecida fachada de una Logia masónica, en lo que fuera el viejo templo Dulce Nombre de Jesús”, se lee en un texto bibliográfico.
El legado de este hombre ilustre también se encuentra en la salud, al ser mencionado como director de la construcción del conjunto hospitalario de la beneficencia española, el cual es conocido desde entonces como la Quinta de salud “La Ibérica”, mismo que años después estuvo abandonado, y hoy es un Centro Cultural.
Otra obra que realizó en compañía del ingeniero llamado Gregory Webb es el Sanatorio Rendón Peniche, el cual fue creado para dar atención médica a los trabajadores de los Ferrocarriles del Sureste.

Texto: Jesús Gómez

Foto: Cortesía

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