Europa enfrenta el horror, pues más de la mitad de sus muertes por COVID-19 fueron en residencias de ancianos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó ayer jueves que más de la mitad de las 110,000 muertes por COVID-19 registradas en Europa eran personas que vivían en residencias para mayores, una “tragedia humana inimaginable” que en el futuro podría evitarse con sensibles mejoras en ese tipo de centros.
Los casos en residencias gerontológicas y otros centros similares han mostrado que el cuidado a los mayores “ha sido olvidado en Europa durante largo tiempo”, lamentó el director para Europa de la OMS, Hans Kluge, en su semanal rueda de prensa virtual.
Europa, y también otras regiones del planeta, deben mejorar la formación del personal que trabaja en los centros de tercera edad, cambiar su modo de operación y construir sistemas de cuidado a los mayores que den prioridad a sus necesidades, añadió el experto belga.
“Heredamos los valores europeos y nuestras oportunidades de esas generaciones pasadas, por lo que debemos cuidar de ellas, es nuestro deber y no podemos dejar a nadie atrás”, requirió.
Kluge insistió en que el personal de los centros para mayores debe tener mejor acceso a equipamiento de protección y “una apropiada remuneración por sus largos horarios de trabajo”.
“Es urgente ajustar la forma en que estas instalaciones operan, buscando un equilibrio entre los requisitos de los residentes y sus familias con garantías de que estos servicios son seguros y el personal está bien protegido”, recalcó.
Kluge concluyó que, aunque el COVID-19 es especialmente peligroso en pacientes de avanzada edad, “incluso los más mayores, con salud frágil, tienen posibilidades de recuperarse de la enfermedad si son bien cuidados”.
EU retira apoyo a OMS y… China responde
China anunció ayer jueves la donación de 30 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la lucha contra COVID-19, para intentar paliar la retirada de Estados Unidos, que decidió la semana pasada suspender su aporte financiero.
Washington cortó su financiación argumentando que la OMS, con sede en Ginebra, ha tomado posiciones demasiado favorables a Pekín. El presidente estadounidense, Donald Trump, también denunció la “mala gestión” de la OMS de la pandemia de coronavirus, que ya ha provocado más de 180,000 muertes en el mundo tras hacer su aparición en China a fines de 2019.
La decisión de Trump desató protestas de la comunidad internacional, desde París, pasando por Berlín, hasta Moscú.
Por otra parte, los críticos de Trump también vieron en la retirada estadounidense una victoria simbólica del gobierno chino, que podría aumentar aún más su influencia en la OMS.
“China decidió otorgar 30 mdd suplementarios, en efectivo, a la OMS”, indicó Geng Shuang, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín.
“Esto servirá en particular para la prevención y el control de la epidemia de COVID-19, y para apoyar mejoras en los sistemas sanitarios de los países en vías de desarrollo”, subrayó en una conferencia de prensa.
El portavoz Geng Shuang también destacó que China ya había entregado 20 millones de dólares a la OMS, cifra que parece hacer referencia a una donación efectuada en marzo.
Texto y foto: Agencias