Para lograr el éxito en la educación y el trabajo a distancia, es importante conocer nuestras emociones y utilizarlas a nuestro favor.
Especialistas señalaron que en medio de la situación actual, en la que debido a la pandemia de COVID-19 las clases y las jornadas laborales se realizan a distancia, es muy importante lograr la estabilidad emocional, la flexibilidad psicológica, la capacidad de adaptación a nuevos escenarios, la tolerancia a la frustración y el manejo de la incertidumbre, lo cual se puede lograr conociendo nuestras emociones y utilizándolas a nuestro favor.
Al respecto, Paola Rubio, quien es representante de “Aprende Institute”, una plataforma de educación en línea en la que se desarrollan habilidades laborales y de emprendimiento, comentó que la inteligencia emocional permite hacer la diferencia y alcanzar el éxito en la escuela y en el trabajo, obteniendo herramientas para enfrentar de manera racional y consciente frustraciones y logros.
“Tener más autoconocimiento acerca de nosotros, saber quiénes somos, qué sentimos y cómo actuamos ante situaciones emocionales y qué hacemos con ellas nos permitirá identificar, regular y expresar adecuadamente nuestras relaciones con los amigos, la familia y los colaboradores”, explicó la entrevistada, quien recalcó que esta es una habilidad entrenable, medible y al alcance de todos.
En el ámbito laboral, la inteligencia emocional nos da importantes beneficios como un mejor rendimiento en los equipos de trabajo, lo que nos da más productividad y crecimiento, afirmó.
A esto hay que sumarle una disminución en los costos por rotación y ausentismo del personal y su bajo rendimiento.
Además, aplicar estos conocimientos que se relacionan con expresar nuestras emociones con mayor intensidad a las personas correctas es de vital importancia para la eficacia organizacional y el potencial de liderazgo.
La inteligencia emocional ayuda a desarrollar una habilidad especial para provocar cambios, alcanzar las metas e influir en otras personas para que se compartan objetivos en común con la guía adecuada, asegura.
En síntesis, quien logra desarrollar la inteligencia emocional, tiene más automotivación, es más persistente, empático, con capacidad de negociación, lo que también se refleja en una mejora en las relaciones interpersonales.
Texto: Manuel Pool
Foto: Agencias