Hace 4 décadas crea un híbrido de pizza y panucho y el platillo logra popularidad

José Luis Marrero recuerda que luego de aprender hacer pizzas, y como su especialidad eran los panuchos, se le ocurre la combinación

Después de aprender a elaborar las pizzas que en un local contiguo se expendían, a José Luis Marrero se le ocurrió ponerle al pan en lugar de salsa de tomate una base de frijol refrito y su buena dotación de pavo y su repollo, como si de tratara de los panuchos que preparaba para los clientes del restaurante Serviconfort en el Paseo de Montejo.

—Al compartir lo que preparé con mis compañeros, al que tocaba el órgano le gustó tanto que dijo:  ‘eres el creador de un nuevo platillo que se llamará pizza panucho’, que luego se quedó en Pizzanucho y ya es marca registrada —indicó José Luis Marrero Bermejo, quien ya en su local de la Melitón Salazar, también elaboró un refresco propio para acompañar su creación: la refrescante Marrecola, que obsequia a sus clientes al igual que sus ratones, unos panes tipo hogaza rellenos de crema y que llevan a manera de colita un pedazo de la hoja de palma que acompaña al pan francés.

En las vitrinas del local, ubicado justo en la esquina del Parque de la Melitón Salazar, en la calle 105 por 64 I, se aprecian numerosos obsequios que los clientes inclusive extranjeros, que han visitado el restaurante le han dejado de recuerdo a José, entre lo que se distinguen un oso panda de peluche y una pequeña botella de licor chino, así como discos de diversos artistas y grupos musicales como el del Rayito Colombiano que son parte del tesoro que guarda con mucho afecto Marrero Bermejo.

Si hay algo de lo que puede presumir Marrero es que en su historia que inició en 1979, sus pizzanuchos han sido objeto de numerosos reportajes cuyos recortes guarda ordenados cronológicos en varios álbumes donde también destacaron los recuerdos escritos a puño y letra de los clientes que dan fe del sabor de este producto que es uno de los favoritos del público que llega de diversos puntos de la ciudad a degustar las variedades que incluyen diversos ingredientes como pavo, pierna de cerdo, jamón, chorizo, tocineta y salchicha de pavo.

El pizzanucho imperial que lleva de todo, y el especial, son de las variedades más vendidas pero además hay tortas y perros calientes que llevan nombres muy creativos como la Keyco y la Bestia, además de los choco pec, que usted puede solicitar en la actualidad hasta en conocidas plataformas tecnológicas o en su caso hacer su pedido al 9999 84 43 35 para luego pasar a recogerlo.

Y mientras su hija Mirla Cecilia y su esposa María Fidelina se dedican a preparar los numerosos pedidos, José Luis se da un tiempo para dejar por un momento la cocina y nos invita a conocer su historia, en la que una y otra vez, desde muy pequeño aprendió el valor del trabajo y puso a prueba su creatividad que incluyó la creación de tres llamativos vehículos, los Marrero Móvil, que le eran de mucha ayuda para llamar la atención de la clientela que se acercaba a comprar los pizzanuchos allá por los años ochenta.

—Gustaron tanto que me los compraron. El primero se lo llevó un restaurantero de Cozumel, otro se terminó en Villahermosa y uno más en Coatzacoalcos —recordó José quien dedicó un momento para recordar a su padre.

—A lado del Cine Encanto mi papá Jose Marrero Valencia, tenía un puesto de panuchos, caldos y salbutes en Santa Ana, y allá hice mis pininos desde chamaco,  pero cuando falleció mi madre, vine a vivir con mi abuela, que rentaba casa acá en la Meliton Salazar —  recordó el también creador de las ya desaparecidas “Botanitas Cri Cri”, por lo que en su momento el primer puesto que existió en dicho predio y que es el antecedente de restaurante actual, se llamó “CriCrilandia”.

A la par de contar con este espacio dedicado a la venta de panuchos y salbutes, José fue invitado a trabajar al restaurante del  Paseo de Montejo, donde se encontraba a lado la Pizzería Romanos que fue parte esencial en esta  historia en la que hace falta espacio para contar a detalle.

Lo que si hay que recalcar es que en la preparación de estas delicias llamadas “Pizzanuchos” se emplea el pavo, cuyo caldo se obsequia acompañado de tostadas a los clientes y hasta a los vecinos.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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