La Uady evita hablar de joven que se suicidó mientras hacía su pasantía

El rector José de Jesús Williams es cuestionado sobre la postura que tomarán por la denuncia interpuesta contra la casa de estudios

Autoridades de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady)  ignoraron cuestionamientos de la prensa sobre el tema de la manifestación que se realizó en Paseo de Montejo por estudiantes de Medicina, a raíz del suicidio de una joven pasante que pertenecía a la mencionada casa de estudios.

Tras el anuncio del próximo aniversario 99 de la Uady, evento que se realizó a través de la plataforma Zoom en una rueda de prensa virtual, la moderadora procedió a iniciar la ronda de preguntas, aclarando previamente que debían escribirse en el chat para evitar el desorden entre los reporteros y que las autoridades pudieran contestar claramente.

Luego de haber respondido tres preguntas sobre el aniversario de la máxima casa de estudios de Yucatán, al final del chat estaban dos cuestionamientos sobre las acciones que tomaría la universidad ante la situación que se les presentó a causa del suicidio de la exalumna y la denuncia que interpuso la madre de ella ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).

Sin embargo, y alegando que ya se les había acabado el tiempo, la moderadora decidió ignorar las últimas preguntas e incluso ninguna de las autoridades presentes tuvo la intención de responderlas, pese a que estaban publicadas a la vista de todos en un chat compartido.

El pasado 11 de febrero, la madre de la joven pasante, junto con Acciones por la Dignidad, interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), a fin de que hagan las indagaciones necesarias de las violaciones a los derechos humanos comentados contra la exestudiante por parte de la Uady.

También, 10 días antes varios estudiantes y pasantes de la Facultad de Medicina de la Uady y otras universidades se manifestaron en Paseo de Montejo para exigir justicia a todos los profesionistas que han perdido la vida, han sido asesinados y sufren de violencia en sus prácticas o servicio social.

Texto: Diego Cervantes

Fotos: Cortesía

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