Para el comercio organizado este tema representa una grave situación, pues son cientos los que colocan sus puestos en la vía pública
Ambulantes y el Buen Fin son dos de las cuestiones que conviven en las calles del Centro Histórico de la ciudad, los cuales lucen con mucha propaganda alusiva en los frentes de los locales comerciales, y que aún no tienen las ventas esperadas.
En torno a este tema, el secretario de la Comuna, Alejandro Ruz Castro, declaró ayer que se está trabajando con los líderes de diversos grupos para hacerles conciencia de que la reactivación será gradual, de manera que no se ha tomado alguna determinación para que los ambulantes reingresen al primer cuadro de la ciudad.
“Lo hemos platicado con la Camara de Comercio y con el Gobierno del Estado por el tema de la reubicación de los paraderos, en algunos de ellos hace unas semanas aparecieron algunos vendedores pero entramos en diálogo para controlar la situación”, detalló el funcionario municipal, quien recordó que en días pasados se realizó un operativo para retirar a una docena de ambulantes que ya habían colocado sus puestos en la vía pública.
Ruz Castro dijo que las brigadas de la subdireccion de Mercados están en constante vigilancia en toda la ciudad para evitar que el ambulantaje se salga de control.
Ante la cercanía de la época navideña en la que más vendedores salen a las calles, el funcionario dijo que están trabajando para coordinarse con los líderes y llegar a un acuerdo.
Respecto a la venta de pirotecnia, adelantó que ya se estableció coordinación con la Secretaria de la Defensa Nacional para otorgar los permisos que serían prácticamente los mismos que el año pasado.
Por lo pronto, en el recorrido realizado por el equipo de Peninsular Punto Medio por el centro de la ciudad, fue posible observar calles como la 60, la 69 y otras que se encuentran en el corazón comercial, sin que se observara más que un intenso movimiento de transeúntes y sin que se registraran aglomeraciones para ingresar a los comercios que participan en el Buen Fin.
Texto y foto: Manuel Pool