Abuso infantil, otra pandemia

Especialistas advierten que la mayoría de los ataques son cometidos por familiares y amigos; piden estar atentos a cambios de conducta 

Los abusos a menores se han triplicado durante la pandemia por covid-19, debido a que las y los niños permanecen en casa con sus agresores, ya que lamentablemente son los mismos familiares quienes cometen estos actos, reconoció Víctor Chan Martín, representante de la Red de Protección a la Infancia de Yucatán.

“Los niños están pasando más tiempo en casa y se están quedando con el agresor, la lógica nos dice que, a mayor convivencia con el agresor, hay un mayor factor de riesgo, pues muchos adultos están aprovechando la fragilidad e inocencia de los niños para usarlos y gratificarse sexualmente”, manifestó. 

Expresó que el tema del abuso sexual es otra pandemia, pues ha existido desde años atrás y no se ha podido frenar, por la falta de políticas públicas para evitar que se sigan dando estos casos, lo que es alarmante.

El entrevistado dijo que no hay políticas públicas que aborden de manera integral este tema para erradicar el problema, pues lo que hace el Estado es intervenir cuando ya sucedió este abuso, lo que es bueno, pero sería mucho mejor si se previniera.

“Hay personas, mayoritariamente hombres, en menor grado mujeres, que están motivamos a usar el cuerpo de un niño para satisfacerse sexualmente, que es un acto meramente egoísta, en donde el adulto, lo único que quiere es sentir placer, sin importar si lastima a un menor”, sostuvo. 

Detalló que muchas veces esta gente asume que el infante quería vivir ese evento de abuso, pues se justifican con el hecho de que no hicieron nada durante este encuentro, cuando se sabe que, ante una figura de autoridad, un menor se paraliza.

Indicó que al ser el abusador un familiar, muchas veces las madres y padres de familia no les creen, por lo que hay poner atención en este tema.

“Cuando les dicen a sus mamás o papás lo que les sucedió, los ignoran, los regañan, esa doble fragilidad hace más cruel el abuso sexual”, dijo.

Explicó que las estadísticas arrojan que el rango de mayor probabilidad de abuso sexual está en infantes de 5 a 8 años de edad; sin embargo, se han dado casos de bebés, incluso menores de un año.

Resaltó que en el sur del estado se han dado más estas situaciones debido a las condiciones culturales y sociales que se tienen en esa zona de la entidad.

El responsable de esta agrupación destacó que, como asociación, han realizado conferencias y talleres en línea para abordar este tema, a fin de que la gente pueda sensibilizarse y tomar conciencia. Lo más importante es que estos sucesos se denuncien.  

El valor de la educación sexual

Inculcarles a los menores a llamar a las partes íntimas del cuerpo por su nombre, que nadie que no sea los encargados de su higiene personal puede tocar esas zonas de su cuerpo, estar al pendiente de su conducta, pero, sobre todo, generarles confianza, son algunos factores que podrían ayudar para evitar y detectar algún caso de abuso sexual, aseguró la psicóloga Xiomara Arjona Brito. 

La especialista reconoció que, durante esta pandemia, han aumentado estos casos, debido a la cercanía física que tienen los afectados con el agresor, pues muchas veces las madres o padres de familia salen a trabajar y los dejan encargados con algún familiar, quienes son los que generalmente cometen estos abusos. 

“Lo que tendrían que hacer sus progenitores es enseñarles a llamar a las partes íntimas del cuerpo por su nombre, no cuquita, cucaracha o pajarito, hay que decirles que esa zona del cuerpo es vulva y en el caso de los niños pene”, manifestó.

Detalló que es necesario que, en el caso de las pequeñas, se les infunda que no se deben dejar tocar el pecho ni sus partes, únicamente las personas que estén a cargo de su aseo personal, que en este caso serían las mamás o los papás.

Sexualización de menores, factor de riesgo de abusos sexuales 

“A pesar de que Yucatán es uno de los estados que cuentan con leyes que castigan el abuso sexual, al momento de denunciar muchas veces este proceso se convierte en un martirio para que las víctimas, pues en la mayoría de los casos las revictimizan, debido a la falta de empatía en el proceso de investigar estas agresiones, lo que ocasiona que desistan y no se les haga justicia”, manifestó Kelly Ramírez Alpuche, presidenta de la asociación Igualdad Sustantiva.

La especialista destacó que los casos de violencia sexual han aumentado durante la pandemia, sobre todo en los contextos familiares machistas, los cuales carecen de una educación integral en el tema, que hacen vulnerables a los menores de los abusadores, que en su mayoría son personas cercanas a la familia como primos, tíos, abuelos y hasta padres.

Comentó que otro factor de riesgo es la normalización de la sexualización de las niñas de diversas maneras, como pueden ser en los anuncios publicitarios, a las que se les presenta vestidas, maquilladas o con actitudes de mujeres mayores, caracterizando a modelos jóvenes, como preadolescentes sugerentes, recurriendo como fetiche sexual a la representación de adulta como colegialas, o con disfraces infantiles con connotaciones eróticas, o con la oferta de juguetes o actividades de ocio que constituyen un aprendizaje de roles y estereotipos para la cosificación.

Texto y fotos: Georgina Bacelis

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