Salvador Castell-González
El 12 de diciembre se celebra en México el día de la virgen de Guadalupe, lo que pocos saben es que ese mismo día se celebra al menos así debiera el aniversario de la Conferencia de las Partes No 21 celebrada en París en el 2015. Esta conferencia 21 o COP 21 como se le conoce fue muy importante en la evolución de los compromisos mundiales para la sostenibilidad.
Aunque el 26 de septiembre del 2015 se presenta la agenda 2030 y el futuro que queremos fue hasta la COP 21 en Paría que las naciones firmaron los compromisos de esta agenda 2030 en lo que hoy conocemos como los acuerdos de París. Estos acuerdos no solo establecían que se debía trabajar en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, sino también se ponía la meta de 1.5°C como el aumento máximo de la temperatura mundial.
Hoy 6 años después hemos visto que hay mucho que hacer todavía y que seguimos trabajando para cumplir la agenda 2030, hemos visto como la ciudadanía se ha activado impulsados por la pandemia a cambiar la manera como hacemos las cosas y ha causado un cambio de actitud en general hacia los problemas ambientales, pero no es suficiente, los ODS de la agenda 2030 se encuentran en un nivel muy bajo de cumplimiento en general y aunque se han realizado esfuerzos está claro que hay que cambiar la manera como hacemos las cosas.
Algo que se ha observado cada vez con mayor frecuencia son las acciones emanadas desde la ciudadanía, desde las organizaciones civiles y colectivos, liderados por jóvenes y niños principalmente impulsando y exigiendo que se tomen acciones de fondo para que ellos tengan un futuro donde vivir.
La pasada COP 26 como ya hemos visto nos dejo a todos un muy mal sabor de boca con la poca profundidad de los compromisos y cada vez mas cerca de la meta del 2030 vemos que en estos 6 años la economía sigue siendo la razón que mueve las acciones y no la sociedad ni la conservación de la naturaleza, y esto se ve reflejado en el poco éxito que hemos tenido, de nada sirve sembrar miles o millones de arboles si no detenemos la deforestación, de nada sirve publicar leyes si no hacemos que se cumplan.
Es el momento ideal para reconocer a la sociedad activa y darle su lugar como lo que son, el motor que mueve el cambio impulsado por sus juventudes con la firme convicción de que las acciones de las generaciones que los antecedieron no son irremediables, y que en sinergia es posible.
Ya son 5 años y todavía encontramos funcionarios que no conocen la agenda 2030, seguimos reconociendo el oportunismo ambiental y seguimos aplaudiendo acciones de restauración de los que más contaminan.
Pero los que trabajamos en red por el futuro estamos convencidos que cambiar el panorama es posible, pero debemos cambiar como sociedad, ser críticos y objetivos por lo que aplaudimos y debemos comenzar a tomar acciones de fondo y no solo algarabías de creyentes.
Somos cada vez mas los que queremos que las cosas sucedan, sé parte del cambio.
