La Fiscalía General de la República (FGR) abrió un proceso legal contra un agente de la ya disuelta Policía Federal Ministerial por un delito de tortura contra el líder del cártel Guerreros Unidos, Sidronio “El Chino” Casarrubias Salgado, durante los interrogatorios en los que habría confesado su responsabilidad en el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Según la investigación se comprobó que varios agentes de la Policía Federal Ministerial, entre ellos Gabriel Valle Campo, irrumpieron el 15 de octubre de 2014 en un restaurante de Ocoyoacac, en Estado de México, donde golpearon a “El Chino”, quien fue trasladado en un vehículo de la también disuelta Procuraduría General de la República (FGR) a dependencias estatales.
“Servidores públicos adscritos a la Policía Federal Ministerial infringieron dolores y sufrimientos graves a los pasivos con el fin de obtener información o confesión sobre la desaparición de los normalistas en Ayotzinapa”, señala la investigación, que detalla algunas de las torturas.
“Lo llevaron a un edificio, al parecer de la Procuraduría, donde lo tiraron boca abajo y lo patearon; después, sentado le pusieron una bolsa de plástico atada en la cabeza, le introdujeron líquido en la bolsa, produciéndole asfixia y que quedara en estado de inconsciencia (…), lapso en el que lo sodomizaron vía anal”, detalla.
Después de la reciente muerte de Mario Casarrubias Salgado, alias “Sapo Guapo”, a causa del coronavirus, asumieron el control del cártel sus hermanos, José Ángel “El Mochomo” y “El Chino”, quien habría dado la orden al jefe de sicarios del grupo, Gildardo López Astudillo, de ejecutar a los 43 normalistas.
Texto y foto: Agencias