El regreso al semáforo amarillo era bola cantada. No hay que olvidar que el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, para los festejos decembrinos exhortó a no celebrar reuniones que no fueran con la familia nuclear, pero a nivel nacional, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, minimizó la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, al señalar que la alerta era para otros países y no para México: se volvió a equivocar el zar de la pandemia.
El covid-19 es engañoso, lo tienes acorralado, puedes decir que está en la lona, pero si bien es cierto puede ser que no sea una llama, pero sí una brasa, que en cualquier momento puede volver a avivarse y para muestra los botones que hay en Europa, México y Yucatán.
Honestamente, se cayó en un exceso de confianza por una buena parte de los yucatecos, ya que por largo tiempo bajaron notoriamente los casos, pero el giro fue sorprendente.
Ayer se registraron 459 casos; veamos el vaso medio lleno y no medio vacío, exprimamos la memoria y si con apego al protocolo y con vacunación bajaron notoriamente los contagios, hay que continuar en esa sintonía. Además, si tiene algo de tiempo y tiene un patio donde pueda caminar, aprovéchelo. Como se dice, si nos nos alcanza, pues al menos no nos agarra tan sedentarios. Un veterano periodista solía decir: no te pongas en el flechero, discretamente te guardas. En esperanto, refuerzas las medidas sanitarias, reduces las salidas, sólo las necesarias. Con orden y disciplina se saldrá de este bache.